viernes, 4 de noviembre de 2016

Aventura Kryon en Lemuria Austral (3) - Costa Oeste

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Canalización de Kryon por Lee Carroll
en Costa Oeste, Nueva Zelanda, 21a 27 de Octubre de 2016

Aventura Kryon en Lemuria Austral (3)
Costa Oeste - en la playa

Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
El océano no está lejos.  Los presentes forman un círculo a mi alrededor.  A veces estos mensajes no están llenos de profundidades, de información, de conceptos nuevos... A veces solamente son.  El de hoy no es un mensaje; es una meditación. Le pediría a todos los que están parados a mi alrededor que simplemente se relajen por un momento y cierren los ojos.
En estos pocos momentos, visualicen algunas cosas que traeré para ustedes, de cosas que mi socio no espera.  Si tuviéramos que dar un nombre a esta meditación, sería: Comienzos.  No nuevos comienzos; no cambio; solo comienzos.
Es adecuado que oigan el oleaje y sepan que están en una isla.  No necesariamente es un lugar sagrado donde están - parados o sentados - a menos que entiendan que lo sagrado está con ustedes todo el tiempo. Así, dondequiera decidan reunirse en un círculo a celebrar lo que es la Fuente Creadora dentro de ustedes, cada vez que hacen esto, crean el espacio sagrado. Y eso es lo que está sucediendo ahora mismo. 
Quiero llevarlos hacia atrás.  El tour  en que están, queridos, está conectado con el nombre de Lemuria. En los tiempos en que vinieron aquí los lemurianos, no había una Lemuria real, porque se había dispersado.  Pero los que vinieron aquí eran lemurianos, y quiero contarles un poquito sobre esa cultura. Muchas veces he hablado sobre algo tan oscuro y tan esotérico que esa creencia es difícil de imaginar. La creencia es esta: que los pleyadianos los sembraron a ustedes, en todo el planeta, pero en Lemuria fue especial, allí se enseñaron cosas durante muchos, muchos años.
Cuando se cambió el ADN de la humanidad, estaba operando mejor que lo que lo hace hoy. Ya les di esta información, y por qué tuvo lugar, y cómo es, y el hecho de que ahora está volviendo a donde estuvo y aún más.  Pero en Lemuria ellos daban conceptos que ustedes hoy han perdido, y uno de estos era la enseñanza sobre los comienzos. 
No había relojes, no había horas; el tiempo se medía por el sol y la luna, por las estrellas. Y cuando sucedían eventos, eran conducidos por los humanos. Cuando había un nacimiento, o una muerte, o una enfermedad, o cuando era simplemente hora de cantar, había reuniones y ellos lo llamaban comienzos. Para ustedes es ciertamente fácil ver por qué se llamaría comienzo a un nacimiento, cuando las mujeres se reunían todas y cantaban mientras ocurrí un parto en el agua.  Y luego cantaban ciertas canciones cuando se oía el primer llanto.  Pero no hablamos de la muerte. Los lemurianos no veían a la muerte como muerte; la llamaban comienzos.  Cada vez que había un cambio o transformación, se lo llamaba comienzo.
Aquí hay un reconocimiento de que el concepto de cambio no era cambio. No había despedidas, porque era un comienzo. Todo empezaba un nuevo tipo de vida, un nuevo paradigma de vida. Si era realmente una muerte, cambiaba todo en una familia, y se lo llamaba comienzo. Al que se iba, se lo veía como queriendo volver, y eso era conocido, y entonces era el comienzo de una vida nueva de un alma. Pueden imaginar, ¿no? que el concepto creaba un equilibrio de modo que no había miedo; incluso la tristeza se moderaba por un comienzo. 
Quiero preguntarles: ¿cuáles son los comienzos en su vida?  ¿Pueden ir allí conmigo?  Y solo por un momento, mientras escuchan las olas, las mismas olas que escuchaban los lemurianos, dicho sea de paso. Para ellos eran las mismas que para ustedes ahora. ¿Qué es lo que ha cambiado en su vida y que lamentan?  ¿Están tristes por alguna cosa? Los que están escuchando ahora, ¿qué les pasa a ustedes?  ¿Están tratando de superar algo? Quiero desafiarlos, porque un ADN que opere más alto y sea conceptual, verá todo cambio como un comienzo.  Es el comienzo de un paradigma nuevo pero también una manera nueva de pensar las cosas. Las expectativas, los potenciales, incluso la alegría. 
A los lemurianos se les enseñaba que no había adioses, no había despedidas; realmente no hay cambio. Cuando la isla se hundió, empezó a sumergirse, y se preguntaban si se sumergiría por completo, eso requirió años, y el nombre fue:  el grandioso comienzo.  Incluso cuando se iban de las islas, y salían en canoas, y no tenían idea de si volverían a encontrarse nuevamente. El grandioso comienzo, así lo llamaron.  Esto era conceptual y maduro; era reconocido y funcionó.  Incluso en este grupo, mientras se sientan o están aquí parados, ¿Qué están mirando que pudiera ser hoy un comienzo, que ustedes llevan  consigo  y no pueden dejar ir?
Sean lemurianos por un momento; retrocedan conmigo a ese ADN conceptual, la enseñanza de los sembradores originarios que  se pararon frente a ustedes y les dieron madurez, conceptos grandiosos, una manera de vivir en paz y armonía, y la ausencia de miedo. ¿Cuál es su comienzo hoy?  No lo llamen nuevo comienzo.  Esa frase es favorita incluso de mi socio; solo llámenlo como lo que es: un comienzo.
Y si entienden este concepto, entenderán que no hay un fin; nunca.  El círculo de la vida es completo. Qué cosa hermosa para reflexionar: no hay fin, solo comienzo.  Escuchen por un momento el oleaje; como ven, nunca termina. No importa cuándo vengan aquí, ese sonido será lo que oirán. Es un comienzo y es un fin, es constante y completo, igual que ustedes. 
Es un mensaje de meditación para este día.
Y así es.
Kryon
Desgrabación y traducción: M. Cristina Cáffaro

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