jueves, 30 de junio de 2016

Seth ~ Probabilidades, el bien y mal y el símbolo religioso. parte 1ª



LAS PROBABILIDADES, LA NATURALEZA DEL BIEN Y DEL MAL Y EL SIMBOLISMO RELIGIOSO 

SESIÓN 568, 22 DE FEBRERO DE I97I 21.19 LUNES 

(Jane se sentía muy relajada y algo somnolienta a la hora de la sesión, pero no quiso perderla. 

Comenzó a hablar aun ritmo más lento que el normal.) 
Buenas noches. (-Buenas noches, Seth.) Bien. 
Dictado. 
El título del capítulo: «Las probabilidades, la naturaleza del bien y del mal y el simbolismo religioso.» 
El dogma cristiano habla de la ascensión de Cristo, lo que implica, por supuesto, una ascensión vertical a los cielos. También el desarrollo del alma se suele considerar según una dirección: progresar es ascender, mientras que el horror del castigo religioso, el infierno, está en el fondo de todas las cosas. Por consiguiente, para los cristianos el desarrollo es algo que sólo ocurre en dirección lineal. Pocas veces se piensa en él en términos horizontales. El concepto de evolución —en su sentido popular- promulgaba esta teoría de una progresión gradual en dirección lineal, según la cual el hombre desciende del mono. (Con sentido del humor:) Igualmente, Cristo podría muy bien haber desaparecido hacia los lados. 

(Pausa a las 21.26.) La realidad interna del mensaje se contó en términos que el hombre de su tiempo pudiera entender, en consonancia con sus creencias fundamentales. 

El desarrollo se despliega en todas las direcciones. 
El alma no tiene que subir una serie de escalones, 
cada uno de los cuales represente un punto más alto de desarrollo. Por el contrario, el alma permanece en el centro de sí misma, explorando y extendiendo sus capacidades en todas las direcciones a la vez, implicada en tareas de creatividad y todas de gran legitimidad. El sistema probable de la realidad despliega ante vosotros nuevas perspectivas sobre la naturaleza del alma, y ello debería cambiar considerablemente los conceptos corrientes que existen sobre la religión. 
Por esta razón, la naturaleza del bien y del mal es una cuestión enormemente importante. 
(21.30.) Por un lado, y diciéndolo de manera sencilla, el mal no existe aunque vosotros no podáis entenderlo en el presente. 
Sin embargo, es evidente que vosotros os enfrentáis a lo que parecen efectos del mal. 

Se ha dicho a menudo que existe un dios, y que por lo tanto debe existir un demonio -o que, si existe el bien, debe existir el mal-. Esto es lo mismo que decir que, como una manzana tiene una parte superior, debe tener una inferior... pero sin entender el hecho de que ambas forman parte de la manzana. (Una de tantas pausas.) 

Volvemos a nuestros fundamentos: vosotros creáis la realidad a través de vuestros sentimientos, pensamientos y acciones mentales. Algunos de ellos se materializan físicamente, otros se realizan en sistemas probables. Ante vosotros se presenta una serie infinita de posibilidades, y en algún punto parece que unas son más favorables que otras. Debéis entender que cada acto mental es una realidad de la que sois responsables. Ésta es la razón por la que estáis en este sistema concreto de realidad. Mientras creáis en el demonio, por ejemplo, vais a crear uno que será lo bastante real para vosotros, y para aquellos otros que continúan creándolo. (21.35.) Debido a la energía que otros le confieren, él tendrá cierta conciencia propia, pero tal diablo de pacotilla no tiene poder o realidad para aquellos que no creen en su existencia y que no le dan energía a través de sus creencias. En otras palabras, es una alucinación superlativa. Como se ha mencionado anteriormente, aquellos que creen en el infierno y están convencidos de que les está reservado pueden experimentarlo realmente; aunque, desde luego, no para toda la eternidad: ninguna alma permanece eternamente ignorante. 

Bien, lo que les falta realmente a los que mantienen estas creencias es la confianza profunda en la naturaleza de la conciencia, en el alma y en Todo Lo Que Es. En lugar de concentrarse en lo que consideran el poder del bien, se enfocan llenos de miedo en lo que consideran el poder del mal. (21.40.) La alucinación, por tanto, se crea a partir del miedo y de las restricciones. La idea del diablo es solamente la proyección en masa de cierto miedo; es masa porque la producen muchas personas, pero también es limitada porque siempre han existido los que han rechazado este principio. Algunas religiones muy antiguas entendieron la naturaleza alucinatoria del concepto del demonio, pero incluso en tiempos de los egipcios prevalecieron las ideas más simples y distorsionadas, particularmente entre las masas. En cierta manera, los hombres de aquellos tiempos no podían entender el concepto de dios sin el concepto del diablo. Las tormentas, por ejemplo, son acontecimientos naturales enormemente creativos, aunque también puedan causar destrucción. 

El hombre primitivo sólo podía ver la destrucción. Algunos entendieron intuitivamente que todo efecto es creativo a pesar de las apariencias, pero pocos pudieron convencer a sus compatriotas. (Pausa a las 21.47.) El contraste entre la luz y la oscuridad nos presenta el mismo tipo de cuadro. El bien se veía como luz, ya que los hombres se sentían más seguros durante el día. El mal era por tanto relacionado con la noche. Sin embargo, dentro del montón de distorsiones, bajo el dogma siempre existió un atisbo de la creatividad básica que hay en todo efecto. No hay, pues, demonios que esperan para llevarse a alguien, a no ser que los creéis vosotros mismos, en cuyo caso el poder reside en vosotros y no en esos demonios de pacotilla. La crucifixión y su drama concomitante tuvieron sentido en vuestra realidad de aquel tiempo. Aparecieron en el mundo de la realidad física a partir de la realidad interna de la que también brotan vuestras intuiciones y percepciones profundas. (21.52.) Fue la raza, por tanto, la que produjo los acontecimientos que iban a transmitir en términos físicos este profundo conocimiento no físico de la indestructibilidad del alma. 

Este drama particular no hubiera tenido sentido en otros sistemas con creencias fundamentales distintas vuestras. Podéis tomar vuestro descanso. (21.54. El trance de Jane había sido bueno, y su transmisión se había acelerado considerablemente. Por supuesto, yo la he visto a menudo responder a esta infusión de energía y vivacidad que pa-rece venir de más allá de la Jane que yo conozco. Increíblemente, su transformación es más pronunciada cuando no está en plena forma antes de que empiece la sesión. Continuamos a las 22.07.) Bien, 

El simbolismo de la ascensión o el descenso, o de la luz y la oscuridad, no tendría sentido en otras realidades que contuvieran mecanismos perceptivos diferentes. Aunque vuestras religiones están elaboradas sobre un núcleo de verdad permanente, el simbolismo usado ha sido astutamente seleccionado "por" el ser interno según su conocimiento de las creencias fundamentales que vosotros consideráis válidas en el universo físico. En general, cualquier otra información también se os da -por ejemplo, en los sueños- utilizando el mismo simbolismo, pero sólo se trata del simbolismo empleado por el ser interno: no pertenece de manera inherente a la realidad interna.

(22.13.) Muchos sistemas probables tienen mecanismos perceptivos completamente distintos del vuestro. De hecho, algunos se basan en Gestalts de conciencia completamente ajenas a vosotros. Aunque no se dé demasiada cuenta de ello, vuestro ego es el resultado de una conciencia de grupo; la conciencia que se enfrenta directamente al mundo exterior depende de la diminuta conciencia que reside dentro de cada célula viva de vuestro cuerpo. No obstante, como regla general sólo sois conscientes de un solo ego (al menos, de uno solo cada vez). 

En algunos sistemas el «individuo» es bastante consciente de poseer más de un ego, hablando en vuestros términos. 

La totalidad de su organización psicológica es en cierta manera más rica que la vuestra. Un Cristo que no fuese consciente de esto, no hubiera aparecido en un sistema de ese tipo, ¿comprendéis? Existen otros tipos de percepción que no os son familiares, mundos en los que vuestro "concepto" de la luzno existe, en los que un número casi infinito de gradaciones térmicas se perciben como sensación y no como luz. (22.21.) En cualquiera de estos mundos, el drama de Cristo no podría aparecer en la manera en que lo hizo en el vuestro. Bien, lo mismo puede aplicarse a cada una de vuestras religiones principales; aunque, como he dicho en el pasado, en términos generales, los budistas están más cerca de la descripción de la naturaleza de la realidad, a pesar de que no han entendido la eterna validez del alma por su exquisita invulnerabilidad, ni tampoco han entendido su carácter único. Pero Buda, al igual que Cristo, interpretó lo que sabía de acuerdo con vuestra propia realidad; no sólo de vuestra realidad física propia, sino de vuestra realidad física probable. (22.28.) Los métodos, los métodos secretos que hay detrás todas las religiones, se concibieron para conducir al hombre al reino de la comprensión que existe fuera de los símbolos y las historias, hacia una comprensión interna que lo llevara tanto dentro como fuera del mundo físico que conocía. En los antiguos monasterios, especialmente en España, hay muchos manuscritos que aún no se han descubierto que hablan de grupos secretos dentro de las órdenes religiosas que guardaban vivos estos conocimientos mientras los otros monjes copiaban los viejos manuscritos en latín. En África y en Australia hubo tribus que nunca aprendieron a escribir y que también conocían estos secretos; unos hombres llamados «Los que hablan» los memorizaron y los difundieron incluso hasta la parte del norte de Europa, "antes" del tiempo de Cristo.

(-¿Podrías dictarnos una copia de algunos de esos manuscritos de Los que hablan?) Es posible, pero necesitaremos mucho tiempo y unas circunstancias excelentes. (-Naturalmente, me encantaría poder hacerlo alguna vez.)
De momento puedo decirte que ese trabajo requeriría unos cinco años, ya que había distintas versiones, y cada líder seguía su propia dirección para enseñar a su gente. 

Gracias a estos grupos, el mundo estaba más preparado para el cristianismo de lo que la gente supone; las ideas yacían ya «enterradas» a lo largo de Europa. (Pausa a las 22.36. «Enterradas» [buried] era la palabra que Seth quería aquí; se lo pregunté para asegurarme.) (Nota: Seth ya había mencionado otra vez a Los que hablan. Ocurrió de una manera bastante inesperada en la sesión 558 del 5 de noviembre de 1970. La parte de esa sesión a la que nos referimos -que hicimos para unos amigos, en un esfuerzo por ayudarlos a resolver ciertos problemas— se incluye en el apéndice junto con ciertas notas. A Jane y a mí nos parece muy interesante el concepto de Los que hablan. Nos gustaría saber más sobre esto, y a lo mejor lo consideramos para un proyecto futuro.) Sin embargo, muchos conceptos importantes se han perdido. Se hizo más hincapié en los métodos prácticos para vivir, en reglas bastante sencillas que todos pudieran entender, pero se olvidaron las razones que había para ello. Los druidas obtuvieron muchos de sus conceptos de Los que hablan, y también lo hicieron los egipcios. Los que hablan fueron anteriores a la aparición de cualquier religión que conocéis, y las religiones de Los que hablan surgieron espontáneamente en muchas áreas separadas, para luego propagarse como la pólvora desde el corazón de África y Australia. Hubo un grupo separado en un área que posteriormente habitaron los aztecas, aunque las masas de tierra eran algo distintas en ese tiempo, y algunas de los cuevas habitadas más bajas estuvieron a veces bajo el agua. (22.41.) Algunos grupos de Los que hablan continuaron existiendo a través de los siglos. Como estaban muy bien entrenados, los mensajes retuvieron su autenticidad. Sin embargo, creían que era una equivocación poner las palabras en forma escrita, así que nunca llegaron a registrarlas. También usaban símbolos naturales de la tierra, pero entendían con claridad las razones para hacerlo así. Los que hablan existieron en vuestra Edad de Piedra, y fueron líderes. Sus capacidades permitieron sobrevivir a los cavernícolas. No obstante, no había mucha comunicación física entre Los que hablan en aquellos días, y algunos de ellos ni siquiera eran conscientes de la existencia de los otros.

Su mensaje fue lo más «puro» y libre de distorsiones posible; pero, a través de los siglos, muchos de los que lo oyeron lo tradujeron en parábolas y cuentos. Buena parte de las escrituras judías llevan huellas del mensaje de esos primeros de Los que hablan, pero incluso aquí las distorsiones han escondido los mensajes. Tomad vuestro descanso. (22.44. Jane dijo que después de mis preguntas se había sentido «ir hacia atrás, hacia atrás» cuando hablaba de Los que hablan.) (Es interesante resaltar aquí que un trabajo actual referente a la Biblia, que trata de la historia del primitivo Israel, tiene mucho que decir sobre las «tradiciones orales» que precedieron en muchos siglos a la palabra escrita y, por lo tanto, ayudaron a darle forma. Durante este largo período oral, hubo muchas distorsiones, omisiones, etc. por distintas razones. Algún trabajo reciente ha demostrado que las primeras recopilaciones y registros escritos de las tradiciones datan aproximadamente del siglo xiii a. C. Luego estos escritos se convirtieron a su tiempo en los libros bíblicos. 

(Continuamos a las 23.02.) Como la conciencia da forma a la materia, y no al revés, el pensamiento existe antes que el cerebro y después de él. Un niño puede pensar coherentemente antes de aprender vocabulario, pero no puede dejar su huella en el universo físico. Así pues, este conocimiento interno siempre ha estado disponible, pero debe manifestarse físicamente (literalmente, hacerse carne). Los que hablan fueron los primeros en registrar este conocimiento interno en el sistema físico, para que se pudiera conocer materialmente. A veces sólo vivían uno o dos de Los que hablan durante varios siglos; otras veces había muchos. Miraban a su alrededor, comprendían que el mundo brotaba de su realidad interior, y se lo contaban a los otros. Ellos sabían (pausa) que los objetos naturales aparentemente sólidos que los rodeaban estaban compuestos de muchas conciencias diminutas. Se daban cuenta de que a partir de su propia creatividad, formaban la materia con sus ideas, y de que la sustancia de la materia estaba viva y consciente. Por lo tanto, estaban íntimamente familiarizados con la relación natural que existía entre ellos y su entorno, y sabían que podían alterarlo con sus propios actos. 

Bien, terminaré aquí por esta noche, y en nuestra próxima sesión continuaré con Los que hablan. (-¿Fue Ruburt, o Jane, uno de Los que hablan alguna vez?) Ruburt lo fue. (-¿Y tú lo fuiste?) Desde luego. También lo fueron otras dos personas que conocéis: la que mencioné en el material de la clase (en la sesión 558), y tú mismo. (Esto supuso una gran sorpresa para mí.) Bien, en su proceso de reencarnaciones, Los que hablan pueden o no usar sus capacidades en una vida dada, o ser conscientes de ellas. Mis cariñosos deseos de que paséis una buena noche. (-Lo mismo para ti, Seth. Muchas gracias.) (Pausa.) Debes recordar, como posdata, que ha habido millones de Los que hablan. (Sí. —Eran las 23.13. Jane dijo que recordaba que Seth había dicho que nosotros dos habíamos sido de Los que hablan, y que había tenido una reacción de incredulidad. Luego sintió que Seth mencionaba que habían sido millones, con lo que había borrado cualquier sensación de que éramos especiales por el hecho de que ambos hubiéramos sido de Los que hablan y por estar produciendo ahora El material de Seth.) (Después de la sesión me pregunté si El material de Seth sería una versión distorsionada de los mensajes de Los que hablan. Jane dijo que era posible, aunque creía que el material de Los que hablan debía de haber sido «más poético, probablemente».) 

Extracto de Habla Seth II
La eterna validez del alma a través de Jane Roberts

http://trabajadoresdelaluz.com.ar/

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