jueves, 4 de junio de 2015

2 de junio llega la Luna Llena de elevación alquímica.




Este martes 2 de junio, a las 11:50 de la mañana, hora de Venezuela (16:20 GMT), se produce la Luna Llena de la Humanidad, que es el tercer plenilunio del año, y completa el trío de lunas relacionadas con fechas iniciáticas, es decir, de crecimiento espiritual; la primera es la Lun a Llena del Cristo, la segunda, la del Buda, y la tercera, que rinde tributo al ser humano.
En esta Luna Llena de la Humanidad, el Sol desde Géminis iluminará a la Luna en Sagitario, y ambas franjas zodiacales se interconectarán y como las dos tienen que ver con el mundo de la mente (en un caso la mente concreta, la que estudia, lee y comunica, y en otro, la mente abstracta, la que crea, filosofa, desarrolla conceptos).
Es por tanto una Luna Llena adecuada para celebrar el Festival de la Humanidad, pues en Géminis y Sagitario confluye nuestra capacidad de pensar, de hablar, de darnos cuenta de que existimos. Es un momento perfecto para realizar y entender la primera ley cósmica, el principio de mentalismo, que nos dice que todo en el universo es mente, y a partir de allí se crea todo lo que existe.
Los maestros espirituales celebran en tiempos de la Luna Llena de Géminis, la Festividad de la Humanidad, en honor a los grandes soñadores que con su poder de visión causaron en la Tierra grandes cambios favorables al ser humano.
A imagen y semejanza de Dios, el Ser Humano tiene capacidad de crear, a partir de sus procesos mentales; y eso implica generar transformaciones en su entorno. La maestría en el manejo de los poderes de la naturaleza y de la mente, es la magia.
El maestro David Ferriz Olivares, nos hablaba de “epistemología”, y explicaba que se trata de un método que analiza los fenómenos universales en busca de conocer su esencia, en contraposición a la postura teológica que se apoya en la fe y en la imaginación, y no en el conocimiento.
Desde esta visión es que vemos la magia, no como un acto exclusivo de seres superdotados que realizan actos paranormales llamativos, sino más bien como el sabio manejo de la naturaleza de las cosas, para hacerlas obrar a nuestro favor.
La verdadera magia no se presenta de manera tan espectacular como “Hechizada”, que con sólo mover la nariz hace aparecer algo ante sus ojos, no, en realidad, la concreción de un acto mágico se da de una forma natural y cotidiana, pero no por ello menos sorprendente.
Esta Luna Llena es una es mágica, nos conecta con nuestra capacidad de pensar, de visualizar, de crear, de hablar… “El verbo se hizo carne y habitó entre nosotros…”
Todo en el universo está relacionado e integrado, y por eso las cosas tienen correspondencias entre sí, y desde el punto de vista simbólico, podemos encontrar y entender la relación entre alquimia, magia y astrología, para avanzar en nuestro camino evolutivo, para lograr la alquimia espiritual.
Para la mayoría de las personas que han oído algo sobre el tema, los alquimistas son aquellos investigadores de la antigüedad (antecesores de los químicos de hoy) que dirigían sus estudios hacia un objetivo fundamental: descubrir la llamada “piedra filosofal”, fórmula mediante la cual podrían transformarse los metales viles, como el plomo, en un metal precioso, como lo es el oro.
Sin dejar de ser ciertas estas búsquedas, la esencia de la alquimia encierra un significado más profundo; la transformación del plomo en oro no sería más que un simbolismo que nos lleva a una búsqueda más elevada, como lo es la transmutación interna de cada ser humano, el camino de la evolución, el pasar de vibraciones densas, nuestro “plomo interno” hacia vibraciones más sutiles y elevadas que nos permitan brillar, desarrollar nuestro “oro”.
Los que abrazan el camino espiritual, van ascendiendo en grados iniciáticos, elevando su vibración, a través de los puntos energéticos denominados “chakras”. En la medida en que avanzan en su crecimiento espiritual, y se les otorga en fechas especiales el reconocimiento a ese crecimiento, van realizando y superando la vibración de cada chakra.
Tenemos que Saturno se asocia al plomo, el metal más denso que los alquimistas desean transformar en oro, y está asociado también a nuestro primer chakra, el “muladhara”, ubicado en la base de la columna o plexo pélvico.
Júpiter representa el estaño, y rige al segundo chakra, “svadisthana”, a la altura del plexo hipogástrico, mientras Marte se asocia al hierro y tiene que ver con el tercer chakra, “manipura”, que está en el plexo solar, a la altura del ombligo.
Venus, cuyo metal es el cobre, rige el cuarto chakra, “anahata”, ubicado a la altura del corazón, mientras que Mercurio, asociado al mercurio o azogue, tiene influencia sobre el quinto chakra, “vichudda”, ubicado en la región de la garganta.
La Luna, cuyo metal es la plata, rige el sexto chakra, el del “tercer ojo”, denominado “agna”, ubicado en el entrecejo, y finalmente el Sol, que representa el oro, gobierna el séptimo chakra, el de la iluminación, “sahasrara”, ubicado en la coronilla o cúspide de la cabeza, y que es el que alcanza un Cristo o un Buda.
Entonces, entendamos la relación con el simbolismo alquímico: la transmutación del plomo (Saturno) al oro (el Sol) se realiza en nuestro ser a través de los chakras, de nuestros puntos energéticos; se trata de ir trascendiendo nuestros aspectos más densos en vibración, y elevarnos hacia vibraciones más sutiles, elevadas, trascendentes; remontar el mundo de la materia, de los instintos, de las emociones sin control, pasando por el dominio de la mente, hasta llegar al punto de reencuentro entre nuestra alma individual y el espíritu colectivo del universo, es esto lo que los yoguis, los grandes maestros de la Yoga, llaman “alcanzar la iluminación”, esto es la alquimia espiritual.
Cada chakra a su vez se corresponde con una glándula endocrina, y cada una segrega sustancias que rigen nuestro mundo psicofísico; el primer y segundo chakra se asocian a las glándulas suprarrenales izquierda y derecha respectivamente, que tienen que ver con nuestra capacidad de concentración y disciplina, y con nuestras posibilidades de expansión y optimismo.
El tercer chakra se asocia al bazo, almacén de energía que nos ayuda a tener coraje, audacia, capacidad de acción; el cuarto chakra tiene que ver con el timo, asociada a nuestro mundo afectivo, mientras que el quinto chakra se asocia a la tiroides, que conecta nuestros procesos mentales con la expresión verbal.
El sexto chakra es el de la glándula hipófisis, que rige nuestra psique, y finalmente el séptimo chakra está relacionado con la glándula pineal, rectora, junto a la hipófisis, del sistema endocrino.
Este trabajo de elevación vibratoria a través de los chakras se conecta de forma ideal con esta Luna Llena, y el momento es ideal para la meditación, es una configuración en donde nuestra psique está exaltada y puede recibir con más fuerzas los efluvios del universo, y donde podemos trabajar con mayor efectividad nuestra propia alquimia espiritual.
La Luna en Sagitario refleja nuestros ideales que se dirigen hacia el Sol en Géminis, dándonos la conciencia necesaria para concretar las metas que ideamos; Mercurio en su domicilio geminiano y en retroceso, nos da una especial capacidad para viajar al interior de nuestra mente y desarrollar desde allí imágenes poderosas. Neptuno en Piscis se conecta con el Sol y la Luna; en este astro confluyen las energías solares y lunares.
La conexión con Neptuno favorece la elevación vibratoria de la mente, la unión al Ser Supremo, el desarrollo de la intuición, y la expansión de nuestra sensibilidad.
Palabras sagradas salmodiadas en vibraciones especiales para provocar efectos supramentales. Son un tipo de oraciones especialmente estudiadas desde el punto de vista de la modulación con el objeto de producir tonalidades excepcionales en el egregor astral.
Esta Luna Llena es también un momento especial para trabajar en el poder de la palabra, recitando mantras. Los mantras son palabras sagradas dichas en vibraciones especiales para provocar efectos supramentales. Son un tipo de oraciones especialmente estudiadas desde el punto de vista de la modulación con el objeto de producir tonalidades excepcionales en el egregor (vibración viviente) astral.
En esta Luna Llena podemos entonar unos sencillos mantras con las vocales, lo cual favorece nuestra salud en diversas partes del cuerpo.
Primero hay que imaginar la vocal, imaginarla emocionalmente, luego cantarla en el orden en que las nombramos aquí. Cada una tiene su campo de acción:
La I vibra hacia lo alto, hacia la laringe, la nariz y la cabeza, y disipa las migrañas.
La E actúa sobre la garganta, las cuerdas vocales, la laringe, la tiroides.
La A actúa sobre el esófago, las tres costillas superiores y los lóbulos pulmonares superiores (combate enfermedades de los pulmones).
La O actúa sobre el centro del tórax y el diafragma (nutre y tonifica el corazón).
La U actúa sobre todas las vísceras abdominales, el estómago, el hígado, el intestino y las gónadas. Ese masaje vibratorio pone en circulación la sangre bien oxigenada.
SIGNO POR SIGNO
Veamos qué activa la Luna Llena de la Humanidad para cada signo del zodíaco.
ARIES: La Luna activa tu área de ideales, mente creativa y proyectos.
TAURO: La Luna activa tu área de inversiones y procesos de transformación.
GÉMINIS: La Luna activa tu área de matrimonio y relaciones humanas.
CÁNCER: La Luna activa tu área laboral y servicio a los demás.
LEO: La Luna activa tu área del amor, sexualidad, diversiones, hijos.
VIRGO: La Luna activa tu área del hogar, núcleo familiar, vivienda.
LIBRA: La Luna activa tu área de relaciones públicas, mudanzas, estudios.
ESCORPIO: La Luna activa tu área económica, valores, principios.
SAGITARIO: La Luna activa tu área de proyección y desarrollo personal.
CAPRICORNIO: La Luna activa tu área del karma y mundo subconsciente.
ACUARIO: La Luna activa tu área de amistades y vida social.
PISCIS: La Luna activa tu área de proyección profesional y destino.
Gracias pedro
https://senderosalalma.wordpress.com

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