Eh bien, Bidi está con vosotros.
…Silencio…
Eh bien, podemos continuar e intercambiar.
Pregunta: durante vuestra primera intervención, una canción me vino a la mente y desearía compartirla con usted:
Quien será, sabrá,
Mañana nunca está lejos,
Dejemos el futuro llegar.
Quien será, verá,
Quien será, será.
Eh bien que bonito mantra tenemos aquí, y además cantado.
Eh bien Bidi te da las gracias.
Preguntad.
Pregunta: ¿podría recomendarnos algunos mantras de los que había hablado?
Los mantras en nuestra cultura, como sabéis, hay muchísimos. Por supuesto que existen unos mantras que son efectivos, son innumerables. Tienen como objetivo, en un primer momento, de ocupar la mente, y por el sonido emitido, de favorecer la apertura de algunas puertas del cuerpo y de la energía sutil. No hay unos mejores que otros; os corresponde a cada uno de vosotros, si hay necesidad, de encontrar un mantra. Como decía, la canción que acaba de ser cantada es un posible mantra. Cuando estaba encarnado y hablaba con unos compatriotas hindús, evidentemente les daba unos mantras que correspondían a nuestra cultura.
Sin embargo, existen tres idiomas y creo que lo sabéis, se ha dicho, que tienen el poder de su pronunciación y ante todo y sobre todo: el Sánscrito, el Hebreo y el Arameo. Así, un mantra repetido por el uso de las sílabas de estas lenguas tiene unos efectos, independientemente de vuestra cultura. Algunos son liberadores, otros tienen el riesgo de llevaros en la ilusión. Os incumbe, a cada uno de vosotros deseosos de utilizar un mantra, de probarlo, de vivirlo para apreciar sus efectos o sus inconvenientes. Pero, más allá de la eficacia real, tampoco os engañéis con esta muleta. No obstante, esto puede ayudaros a apaciguar vuestra mente, a verla funcionar, y por lo tanto a crear la posición del observador, a través de los efectos de la repetición de este mantra.
La mayoría de los mantras en nuestra tradición, tal vez lo sabéis, empezaba por el OM. Uno de los mantras más poderosos que habéis podido escuchar en el seno de las diferentes informaciones que habéis recibido, es por supuesto el mantra de Metatrón, porque afirma poderosamente que sois lo que sois, más allá de cualquier apariencia, de cualquier forma o de cualquier creencia. Más allá del significado mismo del mantra, es el efecto sobre la conciencia que debe ser observado.
En mi cultura, los mantras más usados y sin duda los más eficaces fueron el “Om namo bhagavateh” y el “Om namah shivaya”, pero podéis perfectamente salir de estas culturas y de estas lenguas para expresar un mantra en vuestro idioma. Lo que dije, por ejemplo, en referencia al Sí, en el momento de ir a dormir, o nada más despertar por la mañana, antes de bajar de la cama, consiste en repetir “No soy este cuerpo, Soy la Verdad”. No es una técnica de persuasión sino la afirmación de la única Verdad. Esta pronunciación, aunque no se repita en las adecuadas condiciones de sueño o de despertar, antes de dormir o en el momento de despertarse, desencadenará al nivel de tu conciencia, una forma de reversión, llevándoos a concientizar, más allá de cualquier visión, más allá de cualquier percepción, e incluso de cualquier vibración, lo que sois. Pero una vez más, os incumbe encontrar vuestro mantra, vuestra afirmación.
No os limitéis, si este mantra está en vuestro idioma. Afirmad lo que quizás todavía no vivís: “Soy Absoluto, estoy liberado”. No como una técnica de persuasión, sino como una técnica que tal vez abrirá algunas puertas en vosotros y así quitará algunos velos, algunos conocimientos, algunas memorias, algunas historias. Pero nada alcanzará el poder del mantra del Silencio, donde sólo vuestra Ausencia revelará tanto vuestra Presencia, así como la fatuidad de esta Presencia. Porque sólo el instante presente os permite encontraros en vuestra totalidad y en vuestra verdad, más allá del personaje, más allá de las alegrías y de los sufrimientos, más allá de las creencias residuales, situándoos directamente en el corazón de la Verdad, lo que llamáis, creo, el Corazón del Corazón o la Infinita Presencia.
Pero no os apeguéis a nada de lo que aparezca o que pueda ser percibido en el transcurso de este mantra, ni siquiera después. No os detengáis en nada, en la visión que sea, en la vibración que sea. Dejad que pase lo que tiene que pasar. No tenéis necesidad, en estos tiempos, de ser el observador o el testigo, sólo necesitáis estar ahí; y el mantra puede ser una manera de estar totalmente ahí, poniendo fin así a todos los pesos, a todos los velos, a todos los errores. Pero para esto, vuestra mente no debe interferir con alguna interpretación o alguna conceptualización. Tal y como ha sido repetido por muchos Ancianos, dejaos atravesar, no detengáis nada y no agarraos a nada. Sed neutrales. Sed a la vez presentes y ausentes. Presentes a vuestro Infinito, ausentes a vuestro cuerpo, ausentes a vuestra historia, ausentes a vuestras emociones, y ausentes a todo lo manifestado.
Acordaos, estoy más allá de cualquier fuente de manifestación, cada uno de vosotros es exactamente esto. Aunque el conocimiento directo no se revele, experimentaréis sin lugar a duda una paz muy útil para ayudaros a todos los niveles de la manifestación como de la no-manifestación, su reconocimiento y su vivencia.
... Silencio...
Sigamos.
Pregunta: cuando somos Absoluto, ¿podemos volver a tomar una forma libre? Cuando estamos en una forma libre, ¿podemos volver al Absoluto cuando lo deseamos?
Pero, cualquier forma manifestada, más allá de este mundo y de estos ciclos de ilusión, no hay ninguna separación ni ninguna diferencia. Cuando estáis liberados y no tenéis una forma, acordaos que todo es inclusivo, sois todas las formas posibles. Estáis tan acostumbrados a una forma que ni vuestro cerebro, ni vuestra conciencia pueden imaginar estar sin forma. Como dije, es inconcebible para cualquier manifestación en este mundo. No es el caso con las formas libres que son tan Absoluto como aquel que no tiene ningún vehículo, ya que tiene todos los vehículos a su disposición, en el mismo tiempo y en todos los espacios, sean cuales sean, de la creación, en el mundo que sea. No fragmentéis y no separéis nada.
Ser Absoluto, es ser todo, más allá de este mundo. No hay más dios que Dios, es decir vosotros mismos; no hay más luz que la Luz, es decir vosotros mismos. La separación de la conciencia y el olvido de vuestra eternidad en el seno de este mundo, realizado por los Maestros de la Ilusión, no tiene validez una vez que habéis salido de esta forma y de este mundo. Hasta ahora, las puertas de la muerte os daban a vivir otro encierro, al nivel de una materia más sutil, con otro cuerpo vinculado a las emociones y en parte a la mente, y por lo tanto a los recuerdos. Cualquier forma de manifestación de la conciencia es por esencia libre y nunca está fija en la forma que sea, ya que la forma cambia según la dimensión, según el pensamiento de la entidad que se encuentra en esta forma, que también es Absoluto. Cristo os decía “Mi Padre y Yo somos Uno.”
Sean cuales sean las palabras, sea cual sea vuestra historia, no os tenéis que preocupar por esto. No es una elección, no es uno u otro, es uno y otro, sin ningún límite de forma, de tiempo, de dimensión o de espacio que, sin excepción, nunca son infinitas. Quiere decir que cualquier creación, incluso libre, vuelve algún día a la ausencia de creación. Acordaos que son unos juegos, la conciencia necesita jugar. La a-conciencia no juega ya que está estabilizada, no en un lugar, sino que está presente de manera permanente en cualquier forma, en cualquier lugar, en cualquier espacio y en cualquier tiempo, si este existe.
En ese momento, sois el Alfa y la Omega, sois el grano de arena, sois los Arcontes, sois la Fuente, sois los planetas, sois los soles, pero todo esto sólo son unos juegos, cuya finalidad es exclusivamente el juego. No hay ni ganancia ni pérdida. Únicamente vuestra forma fija en este mundo, como para cada uno de nosotros cuando pasamos por allí, obedece a unas leyes, a unas reglas que no tienen nada que ver con la Libertad.
Ninguna conciencia tiene la necesidad de ejercer la menor depredación hacia otra conciencia, porque es la misma conciencia, ¿lo entendéis? ¿Lo habéis vivido? Cuando Cristo os decía: “Lo que hacéis al más pequeño de vosotros, es a mí a quien lo hacéis” Lo que hacéis al otro no es nada más que lo que os hacéis a vosotros mismos.
Dicho de otra manera, más allá de este mundo, ¿por qué querer separar la forma libre y el Absoluto? Puede que haya sido traducido así en un plano didáctico, pero no pongáis ninguna separación en la Libertad, porque esta Libertad, como dije, es total, en cuanto dejéis la forma en este mundo. Vuestra conciencia no puede en ningún caso ser obligada, en relación a una forma o a una función, a modificar nada de lo que ella es. En otras palabras, la conciencia libre no está sujeta ni a una forma libre, ni a ningún concepto. Ahí está la beatitud que nunca termina, que nunca empezó, porque siempre ha estado ahí.
Lo habéis entendido, se trata simplemente de un problema de creencia. La creencia no puede tener ninguna función en el seno de los multiversos, en el seno de las dimensiones. Las atribuciones de funciones, las atribuciones de los roles, incluso lo que nombráis los Arcángeles, corresponde a la trama de la historia de este mundo y esta vibración es portadora, para vosotros, de algo por supuesto que está presente en vosotros, así que tiene alguna utilidad. Pero ningún Arcángel puede mantener una forma eternamente. Por supuesto, lo que podríamos llamar el tiempo, y que sin embargo no lo es, no tiene el mismo valor, ni la misma medida con lo que llamáis tiempo aquí en esta tierra. No necesitáis los planetas, no necesitáis los soles, no necesitáis el cosmos, para ser. Este error está simplemente ligado a vuestra costumbre de nombrar, de identificar unas formas.
Los Maestros de la Ilusión que llamáis dioses, os han inducido, por estas creencias, en la precipitación y en el encierro de la materia. Las reglas del juego de la conciencia estaban falsificadas, pero a pesar de esto, hoy, muchos de vosotros descubrís la impostura. Quizás lo sabéis, es el fin del Kali Yuga, donde todo debe ser revelado, en totalidad. No sólo, por supuesto, sobre los acontecimientos de este mundo, es una primera etapa, pero bien evidentemente sobre la naturaleza misma de la conciencia, sobre la naturaleza misma de lo que sois.
…Silencio...
Es por esto que insisto fuertemente diciéndoos: no creáis en nada si antes no lo habéis experimentado. Podéis adherir a un concepto, pero os incumbe validarlo, o no, por vuestra experiencia. No necesitáis ningún libro, ninguna religión, ningún maestro, porque llega un momento, sean cuales sean los apoyos, los apoyos que os han permitido estar ahí, llega un momento en que todo esto debe también desaparecer, del mismo modo que el conjunto de los multiversos se resolverán por sí solos en lo que son, una vez la partida finalizada. Sois vosotros quienes decidís cuanto tiempo dura la partida, de las reglas del juego. No hay ninguna regla fija en la libertad de la conciencia como en la a-conciencia.
No sois Absoluto cuando estáis sin esta forma, sois realmente Todo, lo que es imposible de vivir mientras la forma esté presente. Tenéis acceso a algunas experiencias, a algunas visiones, pero ninguna de ellas moviliza vuestra conciencia cuando estáis liberados, mientras que aquel que no está liberado siempre estará atraído y necesitará, en su libertad y en su juego, una forma ligada a la expresión de la conciencia. Pero el regreso al Absoluto señala para toda la humanidad de la Tierra, el regreso a la Libertad, y no hay ninguna diferencia, si no es para vuestros conceptos, ya que no lo habéis experimentado todavía, entre ser Absoluto o estar en cualquier forma libre; sois todas las formas libres. No tenéis la posibilidad se averiguarlo mientras sigáis siendo la forma, pero tenéis la posibilidad, a través de la Infinita Presencia, del Último, de la conciencia, de ver, percibir, sentir o realizar el Todo, sin necesariamente verlo.
Pero el sentimiento, porque es uno, del Absoluto, se traduce ante todo por la Paz, real, que no es buscada ni en la meditación, ni en la energía, ni en la vibración, y sobre todo, cuando estáis libres, siempre dejáis a los demás libres, si no os volvéis el maestro, con sus imperfecciones. Ningún maestro, donde quiera que haya estado presente en esta tierra, no pudo hacer otra cosa que transmitir lo que él había vivido al nivel del Sí, coloreado por las culturas, por las filosofías, por las religiones, por el estado del momento.
El Satguru, el Liberado viviente, no se suma a ninguna doctrina. Por supuesto, sabe que proviene de una cultura en el seno de este cuerpo que él habita. Al no ser este cuerpo, ni ningún conocimiento propuesto por este mundo, no puede adherir a nada, pero no rechaza nada. Respeta la libertad de cada uno de jugar al juego que quiera, aunque no sea la Verdad, porque sabe que la conciencia necesita experimentar. No puede influir en el momento del encuentro, pero influirá necesariamente, porque como dije cuando estaba encarnado, mis palabras no pueden fallar. Es lo mismo hoy, aunque rechacéis mis afirmaciones, aunque tengáis miedo. Cuando estéis sobrecogidos por el miedo a la muerte, si no se ha resuelto hoy, mis palabras volverán con una intensidad que no podréis ignorar, y que hoy no podéis imaginar o pensar.
Hay unos acontecimientos en la vida, en el seno de la ilusión, que volverán a surgir, como durante cualquier muerte, con cada ser que deja este cuerpo. Mis palabras, y lo que he introducido en vosotros, como cuando estaba encarnado, con los que vinieron a verme, y que sin embargo en algunos casos les echaba, porque sabía que el trabajo se había hecho, no tanto para aquel instante presente, sino para el instante final. Y hasta diría que si os oponéis, o si no adherís, o si no vivís nada hoy, podéis estar seguros - porque lo viviréis, es ineluctable - que en el momento de vuestra muerte, este recuerdo será mucho más presente que todos vuestros afectos y vuestras experiencias, fuesen las que fuesen.
Así que estaos tranquilos, permaneced presentes, dejad vivir la Vida que vive en vosotros, y constataréis mucho más que la fluidez, mucho más que las sincronicidades, constataréis una Felicidad sin objeto, permanente, indeleble, donde todo lo que acontece y sucede en vuestra vida será vivido de la misma manera, con el mismo sentimiento y el mismo estado que os acerca a vuestra eternidad.
Sabéis muy bien que lo más duro, en encarnación en este mundo, es de no hacer nada. No me refiero a las actividades profesionales, familiares o a las obligaciones; el “no hacer nada” no es ningún “no hacer” en el seno de este mundo, sino un “no hacer nada” al nivel de vuestra voluntad, con el fin de poneros en la total aceptación de la revelación de la Verdad. Por supuesto, los mecanismos nombrados vibraciones o energías, los dos, os han permitido llegar hasta ahí.
En mi cultura, los mantras más usados y sin duda los más eficaces fueron el “Om namo bhagavateh” y el “Om namah shivaya”, pero podéis perfectamente salir de estas culturas y de estas lenguas para expresar un mantra en vuestro idioma. Lo que dije, por ejemplo, en referencia al Sí, en el momento de ir a dormir, o nada más despertar por la mañana, antes de bajar de la cama, consiste en repetir “No soy este cuerpo, Soy la Verdad”. No es una técnica de persuasión sino la afirmación de la única Verdad. Esta pronunciación, aunque no se repita en las adecuadas condiciones de sueño o de despertar, antes de dormir o en el momento de despertarse, desencadenará al nivel de tu conciencia, una forma de reversión, llevándoos a concientizar, más allá de cualquier visión, más allá de cualquier percepción, e incluso de cualquier vibración, lo que sois. Pero una vez más, os incumbe encontrar vuestro mantra, vuestra afirmación.
No os limitéis, si este mantra está en vuestro idioma. Afirmad lo que quizás todavía no vivís: “Soy Absoluto, estoy liberado”. No como una técnica de persuasión, sino como una técnica que tal vez abrirá algunas puertas en vosotros y así quitará algunos velos, algunos conocimientos, algunas memorias, algunas historias. Pero nada alcanzará el poder del mantra del Silencio, donde sólo vuestra Ausencia revelará tanto vuestra Presencia, así como la fatuidad de esta Presencia. Porque sólo el instante presente os permite encontraros en vuestra totalidad y en vuestra verdad, más allá del personaje, más allá de las alegrías y de los sufrimientos, más allá de las creencias residuales, situándoos directamente en el corazón de la Verdad, lo que llamáis, creo, el Corazón del Corazón o la Infinita Presencia.
Pero no os apeguéis a nada de lo que aparezca o que pueda ser percibido en el transcurso de este mantra, ni siquiera después. No os detengáis en nada, en la visión que sea, en la vibración que sea. Dejad que pase lo que tiene que pasar. No tenéis necesidad, en estos tiempos, de ser el observador o el testigo, sólo necesitáis estar ahí; y el mantra puede ser una manera de estar totalmente ahí, poniendo fin así a todos los pesos, a todos los velos, a todos los errores. Pero para esto, vuestra mente no debe interferir con alguna interpretación o alguna conceptualización. Tal y como ha sido repetido por muchos Ancianos, dejaos atravesar, no detengáis nada y no agarraos a nada. Sed neutrales. Sed a la vez presentes y ausentes. Presentes a vuestro Infinito, ausentes a vuestro cuerpo, ausentes a vuestra historia, ausentes a vuestras emociones, y ausentes a todo lo manifestado.
Acordaos, estoy más allá de cualquier fuente de manifestación, cada uno de vosotros es exactamente esto. Aunque el conocimiento directo no se revele, experimentaréis sin lugar a duda una paz muy útil para ayudaros a todos los niveles de la manifestación como de la no-manifestación, su reconocimiento y su vivencia.
... Silencio...
Sigamos.
Pregunta: cuando somos Absoluto, ¿podemos volver a tomar una forma libre? Cuando estamos en una forma libre, ¿podemos volver al Absoluto cuando lo deseamos?
Pero, cualquier forma manifestada, más allá de este mundo y de estos ciclos de ilusión, no hay ninguna separación ni ninguna diferencia. Cuando estáis liberados y no tenéis una forma, acordaos que todo es inclusivo, sois todas las formas posibles. Estáis tan acostumbrados a una forma que ni vuestro cerebro, ni vuestra conciencia pueden imaginar estar sin forma. Como dije, es inconcebible para cualquier manifestación en este mundo. No es el caso con las formas libres que son tan Absoluto como aquel que no tiene ningún vehículo, ya que tiene todos los vehículos a su disposición, en el mismo tiempo y en todos los espacios, sean cuales sean, de la creación, en el mundo que sea. No fragmentéis y no separéis nada.
Ser Absoluto, es ser todo, más allá de este mundo. No hay más dios que Dios, es decir vosotros mismos; no hay más luz que la Luz, es decir vosotros mismos. La separación de la conciencia y el olvido de vuestra eternidad en el seno de este mundo, realizado por los Maestros de la Ilusión, no tiene validez una vez que habéis salido de esta forma y de este mundo. Hasta ahora, las puertas de la muerte os daban a vivir otro encierro, al nivel de una materia más sutil, con otro cuerpo vinculado a las emociones y en parte a la mente, y por lo tanto a los recuerdos. Cualquier forma de manifestación de la conciencia es por esencia libre y nunca está fija en la forma que sea, ya que la forma cambia según la dimensión, según el pensamiento de la entidad que se encuentra en esta forma, que también es Absoluto. Cristo os decía “Mi Padre y Yo somos Uno.”
Sean cuales sean las palabras, sea cual sea vuestra historia, no os tenéis que preocupar por esto. No es una elección, no es uno u otro, es uno y otro, sin ningún límite de forma, de tiempo, de dimensión o de espacio que, sin excepción, nunca son infinitas. Quiere decir que cualquier creación, incluso libre, vuelve algún día a la ausencia de creación. Acordaos que son unos juegos, la conciencia necesita jugar. La a-conciencia no juega ya que está estabilizada, no en un lugar, sino que está presente de manera permanente en cualquier forma, en cualquier lugar, en cualquier espacio y en cualquier tiempo, si este existe.
En ese momento, sois el Alfa y la Omega, sois el grano de arena, sois los Arcontes, sois la Fuente, sois los planetas, sois los soles, pero todo esto sólo son unos juegos, cuya finalidad es exclusivamente el juego. No hay ni ganancia ni pérdida. Únicamente vuestra forma fija en este mundo, como para cada uno de nosotros cuando pasamos por allí, obedece a unas leyes, a unas reglas que no tienen nada que ver con la Libertad.
Ninguna conciencia tiene la necesidad de ejercer la menor depredación hacia otra conciencia, porque es la misma conciencia, ¿lo entendéis? ¿Lo habéis vivido? Cuando Cristo os decía: “Lo que hacéis al más pequeño de vosotros, es a mí a quien lo hacéis” Lo que hacéis al otro no es nada más que lo que os hacéis a vosotros mismos.
Dicho de otra manera, más allá de este mundo, ¿por qué querer separar la forma libre y el Absoluto? Puede que haya sido traducido así en un plano didáctico, pero no pongáis ninguna separación en la Libertad, porque esta Libertad, como dije, es total, en cuanto dejéis la forma en este mundo. Vuestra conciencia no puede en ningún caso ser obligada, en relación a una forma o a una función, a modificar nada de lo que ella es. En otras palabras, la conciencia libre no está sujeta ni a una forma libre, ni a ningún concepto. Ahí está la beatitud que nunca termina, que nunca empezó, porque siempre ha estado ahí.
Lo habéis entendido, se trata simplemente de un problema de creencia. La creencia no puede tener ninguna función en el seno de los multiversos, en el seno de las dimensiones. Las atribuciones de funciones, las atribuciones de los roles, incluso lo que nombráis los Arcángeles, corresponde a la trama de la historia de este mundo y esta vibración es portadora, para vosotros, de algo por supuesto que está presente en vosotros, así que tiene alguna utilidad. Pero ningún Arcángel puede mantener una forma eternamente. Por supuesto, lo que podríamos llamar el tiempo, y que sin embargo no lo es, no tiene el mismo valor, ni la misma medida con lo que llamáis tiempo aquí en esta tierra. No necesitáis los planetas, no necesitáis los soles, no necesitáis el cosmos, para ser. Este error está simplemente ligado a vuestra costumbre de nombrar, de identificar unas formas.
Los Maestros de la Ilusión que llamáis dioses, os han inducido, por estas creencias, en la precipitación y en el encierro de la materia. Las reglas del juego de la conciencia estaban falsificadas, pero a pesar de esto, hoy, muchos de vosotros descubrís la impostura. Quizás lo sabéis, es el fin del Kali Yuga, donde todo debe ser revelado, en totalidad. No sólo, por supuesto, sobre los acontecimientos de este mundo, es una primera etapa, pero bien evidentemente sobre la naturaleza misma de la conciencia, sobre la naturaleza misma de lo que sois.
…Silencio...
Es por esto que insisto fuertemente diciéndoos: no creáis en nada si antes no lo habéis experimentado. Podéis adherir a un concepto, pero os incumbe validarlo, o no, por vuestra experiencia. No necesitáis ningún libro, ninguna religión, ningún maestro, porque llega un momento, sean cuales sean los apoyos, los apoyos que os han permitido estar ahí, llega un momento en que todo esto debe también desaparecer, del mismo modo que el conjunto de los multiversos se resolverán por sí solos en lo que son, una vez la partida finalizada. Sois vosotros quienes decidís cuanto tiempo dura la partida, de las reglas del juego. No hay ninguna regla fija en la libertad de la conciencia como en la a-conciencia.
No sois Absoluto cuando estáis sin esta forma, sois realmente Todo, lo que es imposible de vivir mientras la forma esté presente. Tenéis acceso a algunas experiencias, a algunas visiones, pero ninguna de ellas moviliza vuestra conciencia cuando estáis liberados, mientras que aquel que no está liberado siempre estará atraído y necesitará, en su libertad y en su juego, una forma ligada a la expresión de la conciencia. Pero el regreso al Absoluto señala para toda la humanidad de la Tierra, el regreso a la Libertad, y no hay ninguna diferencia, si no es para vuestros conceptos, ya que no lo habéis experimentado todavía, entre ser Absoluto o estar en cualquier forma libre; sois todas las formas libres. No tenéis la posibilidad se averiguarlo mientras sigáis siendo la forma, pero tenéis la posibilidad, a través de la Infinita Presencia, del Último, de la conciencia, de ver, percibir, sentir o realizar el Todo, sin necesariamente verlo.
Pero el sentimiento, porque es uno, del Absoluto, se traduce ante todo por la Paz, real, que no es buscada ni en la meditación, ni en la energía, ni en la vibración, y sobre todo, cuando estáis libres, siempre dejáis a los demás libres, si no os volvéis el maestro, con sus imperfecciones. Ningún maestro, donde quiera que haya estado presente en esta tierra, no pudo hacer otra cosa que transmitir lo que él había vivido al nivel del Sí, coloreado por las culturas, por las filosofías, por las religiones, por el estado del momento.
El Satguru, el Liberado viviente, no se suma a ninguna doctrina. Por supuesto, sabe que proviene de una cultura en el seno de este cuerpo que él habita. Al no ser este cuerpo, ni ningún conocimiento propuesto por este mundo, no puede adherir a nada, pero no rechaza nada. Respeta la libertad de cada uno de jugar al juego que quiera, aunque no sea la Verdad, porque sabe que la conciencia necesita experimentar. No puede influir en el momento del encuentro, pero influirá necesariamente, porque como dije cuando estaba encarnado, mis palabras no pueden fallar. Es lo mismo hoy, aunque rechacéis mis afirmaciones, aunque tengáis miedo. Cuando estéis sobrecogidos por el miedo a la muerte, si no se ha resuelto hoy, mis palabras volverán con una intensidad que no podréis ignorar, y que hoy no podéis imaginar o pensar.
Hay unos acontecimientos en la vida, en el seno de la ilusión, que volverán a surgir, como durante cualquier muerte, con cada ser que deja este cuerpo. Mis palabras, y lo que he introducido en vosotros, como cuando estaba encarnado, con los que vinieron a verme, y que sin embargo en algunos casos les echaba, porque sabía que el trabajo se había hecho, no tanto para aquel instante presente, sino para el instante final. Y hasta diría que si os oponéis, o si no adherís, o si no vivís nada hoy, podéis estar seguros - porque lo viviréis, es ineluctable - que en el momento de vuestra muerte, este recuerdo será mucho más presente que todos vuestros afectos y vuestras experiencias, fuesen las que fuesen.
Así que estaos tranquilos, permaneced presentes, dejad vivir la Vida que vive en vosotros, y constataréis mucho más que la fluidez, mucho más que las sincronicidades, constataréis una Felicidad sin objeto, permanente, indeleble, donde todo lo que acontece y sucede en vuestra vida será vivido de la misma manera, con el mismo sentimiento y el mismo estado que os acerca a vuestra eternidad.
Sabéis muy bien que lo más duro, en encarnación en este mundo, es de no hacer nada. No me refiero a las actividades profesionales, familiares o a las obligaciones; el “no hacer nada” no es ningún “no hacer” en el seno de este mundo, sino un “no hacer nada” al nivel de vuestra voluntad, con el fin de poneros en la total aceptación de la revelación de la Verdad. Por supuesto, los mecanismos nombrados vibraciones o energías, los dos, os han permitido llegar hasta ahí.
Cuando el miedo a la muerte es evacuado, no de manera conceptual, sino en esta carne con la cual estáis atados mientras sigáis identificados a este cuerpo, en ese momento ningún miedo puede ocurrir. Podéis estar sorprendidos, pero nunca se instala. Quiere decir que no deja ningún rastro.
Mi manera de estar con vosotros sólo tiene como objetivo, ser vuestro único recuerdo durante vuestra transición. Y hasta diría que aquellos que huyeron cuando me vieron, o cuando sintieron la energía que vehiculaba, sin duda serán los que, llegado el momento, recordarán todavía más intensamente lo que dije, porque lo vivirán. Se han puesto en oposición a la Verdad, pero han oído la Verdad. No tengo que demostraros nada porque esto no sirve de nada, sólo puedo favorecer en vosotros la eclosión de lo que sois, cuando llegue el momento, si este momento no es ahora. Este ha sido mi objetivo.
Hubo primero, si puedo decirlo así, en el momento del nacimiento de la Onda de Vida y del Sharam Amrita, os fueron explicitados algunos conceptos relativos a lo que nombráis la no-dualidad, para daros unos puntos de referencia, ciertamente ilusorios, pero que podían de alguna manera convenceros de la evidencia de lo que os estáis acercando.
He tenido la oportunidad, al dejar esta forma, de encontrarme con unos hermanos que literalmente había echado de mi casa. Eran los más agradecidos, si puedo decirlo así. Porque en cuanto entráis en contradicción, incluso con mis palabras y hasta con mi Presencia, podéis estar seguros que he dejado una huella en vosotros, como lo estoy haciendo ahora, y que llegado el momento para vosotros, tal y como lo concebís todavía, será eficiente.
No vengo a liberaros, es imposible – sólo vosotros podéis hacerlo - pero vengo a depositar en vosotros, no en este cuerpo, no en la conciencia de este cuerpo, sino en lo que sois en verdad, la marca que os permitirá encontrar con evidencia lo que sois. Que sea durante la llamada de María, como ha sido nombrada, por la llegada de Hercóbulus, o que sea durante el momento final colectivo, mis palabras no pueden perderse. Son independientes de mi forma, ya era así cuando estaba en una forma. Es independiente de cualquier concepto. Mis palabras son independientes de cualquier pensamiento, aunque evidentemente utilizo las palabras que encuentro. Fluyen espontáneamente, que estéis de acuerdo o que lo rechacéis, no cambia nada. La Libertad no es negociable.
Una vez franqueada lo que nombráis la última puerta, una vez pasado lo que nombráis el guardián del umbral, el gran umbral y el pequeño umbral - que no es otra cosa que vuestras creencias erróneas -, que se presentarán en forma de entidades agresivas, malas, pero todo esto está en vosotros, porque no tenéis nada que corresponda a esto en vuestra eternidad. Son unas quimeras creadas por los pensamientos que habéis parado, por las creencias que habéis alimentado, y nada más. El Bien y el Mal son la realidad de este cuerpo: sufre, nace, crece y muere. En la Eternidad, no hay ningún espacio posible para ningún equipaje, que sea intelectual, que esté ligado a unos aprendizajes o a unos conocimientos, a unas tradiciones o a unas religiones, a la energía. Todo esto no os será de ninguna ayuda.
Sólo la Paz, en el Corazón del Corazón, os permitirá realizar lo que sois, y diría que con gracia y elegancia.
El poder de las palabras que se pronuncian no pretende haceros adherir a nada, ni a inducir la menor creencia, ni siquiera provocar vuestra aceptación o vuestro rechazo; no tiene ninguna importancia, porque si hay aceptación o rechazo, sigue siendo la persona. Lo dije en el preámbulo, ya no me dirijo a la persona, aunque esto pase a través de vuestra persona.
Sigamos.
...Silencio...
Si escuchándome, leyéndome, estando aquí o en otro lugar, percibís a través del testigo, que es el sonido emitido por el alma y el espíritu, que se afina, como en algunos yogas, estad a la escucha de este sonido, porque este sonido es la primera emanación de la creación, que nunca ocurrió, si no es en determinadas dimensiones. Este es un hilo conductor, no hacia el Absoluto, sino hacia la plenitud del Sí sin apegos. Si unos pensamientos llegan, salvo si hay una pregunta, dejad que os atraviesen, ningún pensamiento os pertenece, sólo pasan. No paréis nada. No retengáis nada.
…Silencio...
Pregunta: rindo gracias a vuestra presencia. Estar en un estado de choque, con un vacío absoluto y unos enormes dolores en algunos puntos de la cabeza, ¿es una buena aproximación?
Te queda olvidar el dolor para sólo interesarte por esta nada. Olvida tu cuerpo pero quédate ahí, no eres tu cuerpo. El dolor sólo traduce el ajuste que vives, no eres este dolor. Asómate a este vacío y te darás cuenta que este vacío, pasando al otro lado, es todo menos vacío. Está lleno, de todas las conciencias, de todas las formas, de todos los universos. Permanece en este vacío, no te dejes llevar, ni por un dolor ni por una visión. Quédate en esta nada. Olvida el miedo, olvida el miedo de tu cuerpo.
...Silencio...
Preciso que en el estado que tocas, no hay necesidad de conceptos. No sirve de nada resistir. No tienes que localizarte en ninguna forma, en ninguna idea o en ninguna emoción. Tu única referencia es lo que llamas, de momento: la nada, y el vacío absoluto. No tienes que hacer nada.
En cuanto sueltas, las ideas, los pensamientos y los conceptos, entonces lo que llamas desde este lado de la orilla, aquí, el vacío absoluto, es en realidad tu Casa. Todo lo demás, la Luz, el Amor, la forma, incluso aquí, sólo depende de esto. Pasas de la emanación y la expresión, al Silencio. Pasa, sin moverte. No hagáis nada, no pidas nada.
...Silencio...
Ahí donde estás, no busques nada, todo ocurre naturalmente. Estate ahí sin aferrarte a nada, y descubre tu verdad, que es Libertad.
...Silencio...
¿Otra pregunta?
No tenemos más preguntas.
...Silencio...
Eh bien Bidi os abraza en el Infinito, en vuestra Verdad.
...Silencio...
Y con amor os digo: sois libres. No os creáis ninguna historia que os cuente vuestra persona. No escuchéis vuestra mente, escuchad el Silencio. No tengáis en cuenta nada más.
Bidi os ama y Bidi os saluda.
...Silencio...
Acabaré con estas palabras: haced la experiencia, a la hora de dormir, afirmad la Verdad que sois, y volveremos a hablar de ello.
Y Bidi os dice: hasta mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario