El lunes 20 de junio se produce la Luna Llena de Géminis, tiempo en que los poderes del subconsciente (sustancia mágica creadora) afloran con todo su esplendor, y nos hacen más receptivos a las señales del cielo que nos llegan a través de la meditación y se manifiestan como ideas a través de procesos intuitivos.
El Sol desde Géminis ilumina a la Luna en el signo opuesto, Sagitario, y ambas franjas zodiacales se interconectan (este año en dos meses consecutivos, mayo y junio, ocurre la Luna Llena entre estos dos signos) y como los dos signos tienen que ver con el mundo de la mente (en el ámbito geminiano, la mente concreta, la que estudia, lee y comunica, y en el sagitariano, la mente abstracta, la que crea e idealiza) es un momento perfecto para realizar y entender la primera ley cósmica, el principio de mentalismo, que nos dice que todo en el universo es mente, y a partir de allí se crea todo lo que existe.
Nuestra mente, nuestro poder de visión interna, puede provocar el florecimiento de una idea dinámica que entra en proceso de manifestación; una persona de visión es un transmisor de estas ideas, y todos podemos serlo tomando las riendas de nuestros pensamientos.
En esta Luna Llena es importante aquietar la mente y hacerla receptiva a las señales del cielo, que nos pueden llegar como una imagen, una voz o simplemente una idea que se manifiesta.
Esta Luna Llena viene acompañada de muy poderosas energías astrales que siguen estando activadas en estos momentos, muy especialmente la Cruz Cósmica Mutable, que sigue formada en el cielo, por Saturno en Sagitario, Neptuno en Piscis, Júpiter en Virgo, y ahora en lugar del Sol, es Mercurio en Géminis el que completa la cruz.
El efecto de Mercurio en Géminis sobre la cruz será de gran impacto, porque provocará una amplia movilización de personas, un estado de exaltación anímica, un proceso de negociaciones marcado por una gran tensión, situaciones extremas que tienen que ver con medios de comunicación, alborotos, debates, confrontaciones, intentos represivos, en fin, una serie de energías encontradas que pugnan cada una por manifestarse e imponerse.
Los Nodos Lunares entre Virgo y Piscis también se acoplan a la cruz, y nos hablan de un tiempo predestinado, de un aprendizaje, una misión y un karma que se manifiestan; ante impulsos emocionales es importante el raciocinio.
Fuente: Termómetro Zodiacal
Fuente: Termómetro Zodiacal
Tomado de:https://soyespiritual.com
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