PLEYADIANOS HABLAN DE REALIDADES Y PROBABILIDADES
Los Pleyadianos venimos de vuestro futuro. En nuestra versión del «ahora», aún existen la tiranía y el tumulto, y hemos vislumbrado probables futuros de la Tierra que incluyen la misma tiranía y decadencia. El concepto de tiempo no es correctamente comprendido en la realidad de la tercera dimensión: vosotros creéis que el tiempo se mide en minutos o grados. El tiempo es mucho más vasto de lo que creéis. En realidad, el tiempo codifica y juega con la información, pues al estirarse, distorsionarse, curvarse y moverse, os permite penetrar en distintas realidades simultáneamente. Podéis entrar en una curva elíptica del tiempo y experimentar diferentes realidades simplemente desplazándoos por la curva y descubriendo que el tiempo no es «sólido», como tampoco lo es la realidad.
Como todas las realidades no son sólidas y como el futuro no está establecido (es tan sólo un número de probabilidades), vemos que ahora es el momento en que se da la oportunidad para insertar una probabilidad más positiva en la Tierra. Deseamos reinsertar la luz en este planeta y devolverle a la Tierra su propósito original: el convertirse en un magnífico centro de intercambio de información intergaláctica. Así que hemos regresado en una sección de tiempo a un lugar que llamamos una semilla, con el fin de poder producir un cambio. Este cambio no sólo afectará a la Tierra, afectará también a vuestro futuro, a nuestro presente y a todo el universo.
¡Éstas son buenas noticias! Habéis venido a la Tierra en un momento y un lugar en que la evolución está a la mano. Está a punto de producirse un gran salto en el que participaréis, y no estáis solos, ya que muchas energías están llegando a la Tierra en estos momentos para participar en este gran proyecto. Hay naves nodrizas rodeando el planeta. Hay rayos de luz que están llegando a la Tierra desde viejos y antiguos sistemas de estrellas que han estado trabajando para vosotros durante eones. Estos rayos de información están siendo enviados hacia el planeta. A medida que esta información os sea transmitida, vuestros cuerpos deben ser capaces de recibirla, albergarla, y retransmitirla a otros. Muchos de vosotros estableceréis vínculos telepáticos con estas naves nodrizas, lo cual será como tener vuestras propias estaciones de radio, con las cuales podréis sintonizar con una gran riqueza de información siempre que queráis.
Ésta es la evolución de la superconsciencia, la evolución hacia el aspecto más elevado de vuestro ser. No tenéis que preocuparos por convertiros en ese ser, ya sois ese ser, sólo tenéis que recordarlo. Desde que los velos que rodeaban la Tierra fueron retirados durante la Convergencia Armónica, habéis estado recibiendo constantemente destellos de esta energía del cosmos exterior. Esta energía es elevada y aumentada constantemente, a medida que vais siendo capaces de manejarla. Estáis evolucionando ahora a un ritmo tan acelerado, que cada año de esta década será como diez años o más del siglo pasado. Sentid cuánto habréis logrado en el año 1999 y cómo seréis. Será como si hubierais vivido cien años en una década.
Estaréis inundados de memoria, inundados con muchas otras cosas. Muchos de vosotros viajaréis en las naves hacia varias porciones del sistema solar. Al entrar en la Era de la Luz, se abrirán mundos de cuya existencia no teníais conocimiento. Habéis atravesado las otras eras: la Edad de Bronce, la Edad de Hierro, la Era Industrial, la Era de la Información, y muchas más. En estas eras, de lo que se trataba era de echar semillas, cultivar, y de colocar las potencialidades de la vida en la tercera dimensión.
La transición está a punto de ocurrir, un cambio dimensional que hará disminuir la densidad de la tercera dimensión para que podáis moveros hacia dimensiones más elevadas, en las que el cuerpo no tiene un estado tan sólido. Habéis venido aquí porque queréis dominar el proceso evolutivo y aprender a vivir con él. Esto será muy emocionante, porque significa que podréis funcionar en muchas realidades.
Las respuestas están enterradas en lo más profundo de vuestro ser. Las preguntas llegan a vuestras mentes para que encontréis las respuestas en vuestro interior. Para conseguir esto tenéis que creer que la información está almacenada ahí. La humanidad está aprendiendo una gran lección en estos tiempos. La lección consiste, por supuesto, en que reconozcáis vuestra divinidad, vuestra conexión con el Creador Principal y con todo lo que existe. La lección consiste en que os deis cuenta de que todo está conectado y de que vosotros formáis parte del todo.
Hay multitudes de culturas y sociedades que existen en la inmensidad del espacio, y estas sociedades y culturas han entrado y salido de este planeta desde el principio. Los Pleyadianos no somos los únicos que hemos venido a asistiros; somos sólo un grupo de uno de los tantos sistemas de estrellas. Muchos han viajado aquí por muchas razones. La mayoría de los extraterrestres están aquí para vuestro bien, aunque también hay quienes están aquí por otras razones.
Vuestra historia se mueve a través de épocas muy especiales. Muchos de vosotros os involucrasteis en la Tierra hace eones a través de la energía estelar, trabajando con los reinos más elevados. Tenéis un conocimiento bastante completo de las dificultades que ha atravesado la Tierra, así como de los movimientos de tierras que tuvieron lugar y de cuántas veces ha llegado ayuda del cielo.
La información fue distorsionada cuando aquellos que llegaron de los cielos para ayudar en vuestro desarrollo fueron considerados dioses. Así como los niños hacen sus ídolos de aquellos que pueden hacer lo que ellos no pueden, vuestra sociedad ha demostrado este mismo sistema de creación de dioses. El concepto que se esconde detrás de este método es uno de los paradigmas que habéis venido a cambiar. El mundo tridimensional es todo un reto, pues permite que se construyan increíbles limitaciones. Por medio de estas limitaciones se forman estructuras y, mediante este proceso, creáis, y aprendéis que sois una porción del Creador Principal y que el Creador Principal desea experiencia.
Sois seres magníficos, miembros de la Familia de Luz, y habéis venido a la Tierra en esta época con la tarea de crear un movimiento, hacer un cambio, y asistir a la transición. El amor es la clave. El amor es lo que crea al universo. La actual tecnología terrestre se desarrollará sólo hasta cierto punto porque la humanidad aún no ha comprendido que el amor es necesario. La energía puede tomar todas las formas de la creatividad, pero cuando uno está lidiando con la codicia o con el odio o con cualquier otra emoción que no se dirija hacia la luz, sólo se le permite avanzar hasta cierto punto. Sólo existe una cierta cantidad de información disponible para esa vibración en concreto.
El amor es el ladrillo básico para la construcción, por eso, cuando uno tiene amor, todas las posibilidades existen. El plan es hacer regresar los antiguos conceptos de luz, que son información y amor — que es creatividad —. Para ello es necesario que quienes reniegan, como los miembros de la Familia de Luz, entren en un sistema que ha sido mayormente oscuro durante eones y lo cambien.
Somos que reniegan aquí donde estamos. Como ya hemos dicho, nuestro propio sistema necesita una transformación. Estamos haciendo de puente o vínculo entre la Familia de Luz y una variedad de sistemas, con el fin de cambiar nuestro propio sistema. Cuando eleváis vuestra consciencia por medio del amor y la responsabilidad, nos nutrís, nos colmáis, nuestra consciencia se expande y así evolucionamos aún más. De manera que, así como nosotros somos vuestros amigos y vuestros guías y os asistimos, vosotros también nos asistís a nosotros. ¿Adónde os llevará esta transición? Nos gustaría veros cualificados para formar mundos conscientemente. Estáis preparados para dejar caer semillas y para ser plantados en muchos otros mundos que están siendo formulados, y como habéis almacenado en vuestras memorias la historia de lo que ha ocurrido aquí en la Tierra, seréis capaces de enseñar a otros y a mantener conscientemente la dirección hacia donde otros mundos deben dirigirse.
El plan en el que estáis participando es muy vasto. Todos vosotros saltasteis ante la oportunidad de estar aquí, en un lugar que ofrece tantos retos, en una época que ofrece tantos retos. Estábamos seguros de que erais capaces de hacerlo. También se os comunicó, antes de que vinierais aquí, que seríais asistidos y que, en las diferentes etapas de vuestro desarrollo, muchas entidades se presentarían en el planeta para poneros en marcha, encenderos y recordaros—no para hacer el trabajo por vosotros—. Somos un disparador, un catalizador. Cuando oís el nombre Pleyadianos, sentís una conexión porque os estamos asistiendo para que vuestra información, vuestros conocimientos, se manifiesten.
Trabajamos con vosotros con el fin de recordaros quiénes sois para que encontréis la mayor fuente de inspiración. Si pudiéramos asignaros una carrera a cada uno de vosotros o daros una forma de ser, os pediríamos a cada uno de vosotros que os convirtierais en una inspiración. Cuando seáis capaces de vivir en esta facultad y ser una verdadera inspiración para todos los que entren contacto con vosotros, estaréis viviendo vuestra luz, y eso es bastante profundo. Recordad que tenemos nuestras razones para estar aquí, y que vosotros tenéis las vuestras, y que estamos aquí para evolucionar juntos y crear una nueva frecuencia de vibración. Queremos romper los paradigmas que separan a los individuos mientras evolucionan. Queremos crear una embajada, un juego de armonía y cooperación, entregándoos una información que os golpee en el centro de vuestro ser, sin importar cuáles hayan sido vuestras creencias hasta el momento.
Nosotros, el grupo que os habla, nos proponemos llenar nuestro propio resumen con algunas experiencias interesantes. Cuando empezamos a hablar en 1988, nuestro colectivo estaba compuesto por un grupo de cincuenta a setenta y cinco entidades —algunas físicas, otras no-físicas, todos Pleyadianos—. Nuestro número está creciendo y ahora nuestro colectivo está formado por más de cien entidades de distintos sistemas. Ahora se nos podría llamar Pleyadianos Plus. En nuestra realidad, hay quienes no creen que podamos lograr lo que nos hemos propuesto realizar con vosotros. Piensan que corremos demasiados riesgos, pero aún así están esperando ansiosamente en sus sillas para ver lo que sucede.
En vuestro sistema, existen personas que creen que estamos aquí para propagar el miedo, pero nosotros no lo vemos de esa manera. No deseamos asustar a nadie: sólo queremos informaros. Si os sentáis en una habitación oscura y escucháis ruidos extraños, podéis sentir temor. Sin embargo, si encendéis la luz para ver qué es lo que produce el ruido, entonces ya no tenéis tanto miedo. Queremos que estéis informados acerca de lo que estáis manejando. La luz es información; la ignorancia es la oscuridad. Queremos que trabajéis en la luz, no en la oscuridad.
Estamos trabajando con vosotros porque queremos que nuestra consciencia evolucione hacia un mayor libre albedrío y una mayor expresión. Así como la tarea que os ha sido asignada es cambiar el sistema al que pertenecéis, la nuestra es cambiar el sistema al que pertenecemos. Nosotros también tenemos un propósito. Como ya dijimos, venimos de vuestro futuro y, en ciertas instancias, tenemos las manos llenas. Os necesitamos, así como vosotros nos necesitáis. Vosotros, como miembros de la Familia de Luz, podéis instituir, implementar o insertar una probabilidad nueva en la cadena de realidades que surgirán en los próximos veinte años desde este sector de la existencia, porque vivís físicamente en este planeta. Es a través vuestro como ocurrirá la transformación. Lo que hacéis ahora nos afecta sobremanera. Lo que suceda con la Tierra nos afecta sobremanera.
Estamos aquí para asistir, enseñar y evolucionar a medida que vayamos pasando por este proceso juntos. Os damos nuestra versión de las cosas con el único fin de elevar vuestras consciencias. ¡No queremos decir que esta versión, y sólo ésta, sea la correcta! Toda esta enseñanza está diseñada con un gran propósito en mente, y las historias que os explicamos tienen el fin de llevaros a un plano de consciencia más elevado. Éstas son nuestras intenciones.
Las palabras que escogemos y los conceptos de los que hablamos, pondrán en marcha los códigos que están almacenados dentro de vuestros cuerpos. Vuestros cuerpos están esperando a que las preguntas sean formuladas para que podáis empezar a resonar con las respuestas que tenéis en vuestro interior — para que la memoria celular que se halla en vuestros cuerpos, pueda comenzar a recordar lo que ya sabe —. A medida que os vayamos hablando, iréis recordando.
Al hablar con vosotros, deseamos expandir vuestra definición de la realidad; sin embargo, nunca toméis nada de lo que decimos literalmente. Seguid siempre la espiral más larga que nos proponemos crear, que os permite ver una imagen más amplia. Nunca os quedéis en la definición de una idea, ya que únicamente estamos aquí para abrir vuestros paradigmas y sacudir vuestras jaulas para que comencéis a encontrar la activación del verdadero conocimiento, el auténtico conocimiento, que está almacenado en vuestro interior. Es ahí donde se encuentra la información, y hemos venido a despertarla en vosotros.
Queremos lanzar ideas para que reflexionéis. Queremos animaros a que no os detengáis en una sola idea y que os acerquéis a aquello que os hace dudar y a aquello que teméis. Daros cuenta de que cuando os enfrentáis a lo que consideráis son las partes oscuras de vuestro ser estáis creando una oportunidad para liberaros de todo aquello. Esto nos conduce al primer y único credo: el pensamiento crea. No importa en qué situación os encontréis, es el poder de vuestros pensamientos lo que os ha llevado hasta ahí. La implacable creencia de que el pensamiento crea transformará vuestra experiencia y la existencia planetaria.
Os recomendamos que cuestionéis a todo aquel que sobre defina u os diga absolutos. Es importante oír muchas opiniones distintas y muchas historias diferentes. Escuchad la historia que os cuentan y luego observad qué sensación os produce. ¿Os beneficia y os eleva? Una de las cosas que nos gustaría enseñaros es que sois vosotros los que tenéis que decidir lo que haréis. Os proporcionamos información; sin embargo, depende de vosotros decidir qué hacer con ella: vosotros os hacéis cargo de vuestras vidas, no nosotros. Nos enorgullece ser narradores de historias. Hay una cierta credibilidad y un cierto sensacionalismo en nuestra forma de presentar la información. Sin embargo, la historia que os expliquemos en un determinado momento no es, en absoluto, la única historia. No es el final y nunca es la única verdad. Es tan sólo un fragmento, una pequeña porción de una imagen mayor.
No importa qué historia os contemos hoy, dentro de un año os contaremos una historia distinta, porque dentro de un año tendréis una mayor capacidad de comprensión. De manera que la historia evolucionará constantemente. Vuestra tarea consiste en encontrar vuestra identidad dentro de la historia, descubrir lo que sabéis — no lo que queréis creer ni lo que os han dicho —. Es imperativo que confiéis en lo que sabéis,
pues el conocimiento es vuestra conexión con el Creador Principal. Todos y cada uno de vosotros tendrá que saber que su vida trata de algo a medida que vaya recordando su cometido.
pues el conocimiento es vuestra conexión con el Creador Principal. Todos y cada uno de vosotros tendrá que saber que su vida trata de algo a medida que vaya recordando su cometido.
Tú misma escogiste estar aquí. Tienes la asignación de recuperar tu memoria y de llevar el valor de la existencia humana a la delantera de la creación. Eres necesario. Te has estado entrenando para esta misión durante muchas vidas, te has preparado. Todo lo que necesitas saber ahora está dentro de ti, y tu tarea es recordar tu entrenamiento. En esta vida no se te enseñará nada nuevo. Como hemos dicho anteriormente, en esta vida recordaréis lo que ya sabéis, y estamos aquí con el único fin de haceros recordar.
La humanidad es un experimento. La humanidad ha sido diseñada, como la mayor parte de lo que existe en la creación. El Creador Principal empezó a experimentar con la creación en este universo hace ya mucho tiempo, con el propósito de una mayor auto-exploración, auto-gratificación y auto-expresión.
El Creador Principal trajo a este universo energías y esencias de vida —extensiones de sí mismo— y obsequió a esas extensiones con los dones que él poseía. Entregó sus capacidades de buena gana y sin pedir nada a cambio. Existen muchos otros universos y muchas otras formas de diseñar universos; éste, en particular, fue diseñado como una zona de libre albedrío, en la cual todo estaría permitido.
El Creador Principal les dijo a estas extensiones de sí mismo: «Salid y cread, y devolvédmelo todo». Era una tarea bastante sencilla ¿no es así?
En otras palabras, lo que el Creador Principal estaba diciendo era:
«Os daré mis dones. Salid y dad de vosotros sin pedir nada a cambio, de manera que todo lo que creéis en este universo comprenda que su esencia es mi identidad».
Estas extensiones del Creador Principal, a las que llamamos dioses creadores, salieron y empezaron a experimentar con la energía del Creador Principal, ya que existía en ellos mismos. Empezaron a crear su propia jerarquía, que a su vez creó otras jerarquías. Cada jerarquía creó otra jerarquía, y así sucesivamente, para dotarlas de su propia esencia y para participar del desarrollo de este universo. Finalmente, en uno de los sistemas galácticos, se planeó diseñar a la Tierra como centro intergaláctico de intercambio de información. Era un plan increíble. La Tierra era un lugar hermoso, situado en el límite de uno de los sistemas galácticos y de fácil acceso desde otras galaxias. Estaba cerca de muchos portales de paso: las carreteras por las que viajan las energías a través del espacio.
«Os daré mis dones. Salid y dad de vosotros sin pedir nada a cambio, de manera que todo lo que creéis en este universo comprenda que su esencia es mi identidad».
Estas extensiones del Creador Principal, a las que llamamos dioses creadores, salieron y empezaron a experimentar con la energía del Creador Principal, ya que existía en ellos mismos. Empezaron a crear su propia jerarquía, que a su vez creó otras jerarquías. Cada jerarquía creó otra jerarquía, y así sucesivamente, para dotarlas de su propia esencia y para participar del desarrollo de este universo. Finalmente, en uno de los sistemas galácticos, se planeó diseñar a la Tierra como centro intergaláctico de intercambio de información. Era un plan increíble. La Tierra era un lugar hermoso, situado en el límite de uno de los sistemas galácticos y de fácil acceso desde otras galaxias. Estaba cerca de muchos portales de paso: las carreteras por las que viajan las energías a través del espacio.
Hubo mucha actividad para crear una representación individual de todas las galaxias en este planeta. Algunos de los dioses creadores eran expertos en genética.
Eran capaces de unir moléculas por medio de sus jerarquías — moléculas de identidad, frecuencia y carga eléctrica codificadas—, para crear vida. Muchas civilizaciones sensibles dieron su ADN para tener una representación de su codificación en este planeta. Luego, los expertos en genética diseñaron diversas especies, unas humanas, otras animales, jugando con las variedades de ADN que las civilizaciones sensibles habían donado para convertir la Tierra en este centro de intercambio de información, este centro de luz, esta Biblioteca Viviente. El plan para la Tierra era grandioso.
Los Planificadores Originales de la Tierra eran miembros de la Familia de Luz, seres que trabajaban para, y estaban asociados con, un aspecto de la conciencia llamado Luz. La Luz es información.
La Familia de Luz creó el centro de información que había concebido; diseñaron un lugar donde las galaxias contribuirían con su información y donde todos podrían participar y compartir sus conocimientos específicos. La Tierra había de convertirse en una biblioteca cósmica, un lugar de una belleza increíble que experimentaría cómo almacenar la información mediante frecuencias y mediante el proceso genético.
Fuera de la estructura del tiempo, 100.000 años pueden transcurrir en lo que sería un año en la estructura del tiempo tal como vosotros la conocéis. Estos dioses creadores no existían en el tiempo tal como lo conocéis. Cientos de miles de años o un millón de años no eran nada para ellos. Se crearon diferentes energías. Hace 500.000 años aproximadamente, había especies de humanos en la Tierra que desarrollaron civilizaciones muy evolucionadas.
No estamos hablando de civilizaciones como Lemuria o la Atlántida; desde nuestro punto de vista, esas civilizaciones eran modernas. Estamos hablando de civilizaciones antiguas, civilizaciones que están enterradas bajo capas de hielo en la zona sur del continente de la Antártica.
Finalmente, hubo luchas por el proyecto de la Biblioteca Viviente de la Tierra. Era lo suficientemente atractivo para ser poseído por algunos. Durante los primeros años de la historia de la Tierra, hubo guerras en el espacio por la posesión de este planeta. ¿Os habéis preguntado alguna vez a quién le pertenece la Tierra? Es un buen trozo de propiedad.
¿Pensáis que podía permanecer sin propietario en el espacio? Tuvieron lugar algunas escaramuzas y la Tierra se convirtió en un lugar de dualidad. Ciertos dioses creadores que tenían el derecho de hacer lo que quisieran —porque la Tierra era una zona de libre albedrío— llegaron y tomaron posesión. A esto lo llamamos «incursión» en la Tierra. Fue como una incursión corporativa en Wall Street.
Estos dioses creadores hicieron incursión en la Tierra hace aproximadamente 300.000 años —el período, en términos históricos, que vosotros llamaríais el principio de la civilización humana—. Éste es, simplemente, el período que, hoy en día, se enseña como el principio de la civilización. En realidad, fue tan sólo el principio de la última fase, la fase de la humanidad moderna.
Cuando tuvo lugar la escaramuza, un grupo de entidades luchó en el espacio y ganó el territorio de la Tierra. Estos nuevos propietarios no quisieron que la especie nativa de la Tierra —los humanos— fueran informados de lo que había sucedido. Al no estar informados, serían más fáciles de controlar. Es por eso que la luz es información y la oscuridad es falta de información.
Estas entidades lucharon contra la luz y la Tierra se convirtió en su territorio. Es un nuevo concepto de la luz, ¿no es verdad?
Hubo una gran radiactividad y mucha acción nuclear, y una gran parte de la Tierra se hizo pedazos. La especie original, creación humana, experimentó una gran destrucción. Estos nuevos dioses creadores, los nuevos propietarios, eran también expertos en genética. Entendían cómo se crea la vida y tenían sus propias razones para querer este territorio. Los territorios son creados y mantenidos por ciertas energías por muchas razones, y una de ellas es que hay conciencia en todas las cosas.
La conciencia se comunica continuamente. La conciencia vibra, o puede ser llevada a vibrar, con ciertas frecuencias electromagnéticas. Las energías de conciencia electromagnéticas pueden ser influenciadas para que vibren de cierta manera con el fin de crear una fuente de alimento. Así como podemos preparar y comer las manzanas de muchas maneras, la conciencia también puede ser preparada e ingerida de muchas formas. Algunas entidades, en el proceso de su propia evolución, empezaron a descubrir que, mientras creaban vida y dotaban de consciencia a las cosas mediante la modulación de frecuencias de las formas de consciencia, podían alimentarse; podían mantenerse en control.
Empezaron a darse cuenta que era así como el Creador Principal se nutría. El Creador Principal encarga a otros la tarea de crear una frecuencia de consciencia electromagnética que le sirve de alimento. Los nuevos propietarios del planeta tenían un apetito diferente y otras preferencias que los antiguos propietarios. Se nutrían con el caos y el miedo. Esto los alimentaba, los estimulaba y los mantenía en el poder.
Estos nuevos propietarios que llegaron hace 300.000 años, son los magníficos seres de los que se os habla en la Biblia, en las tablas babilónicas y sumerias y en los textos de todo el mundo. Vinieron a la Tierra y volvieron a ordenar a la nativa especie humana. Volvieron a ordenar vuestro ADN con el fin de haceros transmitir dentro de una cierta banda de frecuencia limitada, cuya frecuencia los pudiera alimentar y mantener en el poder.
El ser humano original era un ser magnífico, cuyas doce hebras de ADN habían sido donadas por una variedad de civilizaciones sensibles. Cuando llegaron los nuevos propietarios, trabajaron en sus laboratorios y crearon versiones de humanos con un ADN diferente —el ADN de dos hebras, de hélice doble—. Cogieron el ADN original de la especie humana y lo diseccionaron. El diseño original del ADN permaneció en las células humanas, pero sin funcionar; fue desconectado.
Dentro de las células humanas hay filamentos con códigos de luz, hebras muy finas de energía que transportan información. Cuando estas hebras trabajan juntas como un cable —como las fibras ópticas— forman la hélice de tu ADN. Cuando fuisteis reordenados, se os dejó con una hélice doble. Todo aquello que no fuera necesario para la supervivencia y que os pudiera proporcionar información fue desconectado, y se os dejó tan sólo una doble hélice que os mantiene dentro de frecuencias controlables y operables.
Una valla de frecuencia, algo así como una valla eléctrica, fue colocada alrededor del planeta para controlar la medida en que las frecuencias de los humanos podían ser moduladas y cambiadas. Según la historia, esta valla de frecuencia dificultó la entrada de las frecuencias de luz (información). Cuando las frecuencias de luz lograban atravesar la valla de control, no había luz para recibirlas.
El ADN de los humanos estaba desconectado, los filamentos con códigos de luz ya no estaban organizados, de manera que los rayos cósmicos creativos que traían luz no tenían con qué conectar ni a qué agarrarse.
¿Cuál es vuestra función en esta historia? Sois miembros de la Familia de la Luz.
El mero hecho de que estéis leyendo este libro demuestra que formáis parte de la Familia de la Luz. Para algunos de vosotros, esto es como un sueño. Os estamos recordando lo que ya sabéis en vuestro interior. Hemos venido a este planeta para poner en marcha vuestros bancos de memoria, para inspirar a la raza humana, a través de la banda de la luz, para que empecéis a recordar quiénes sois, a crear vuestra propia realidad y a alterar la frecuencia del planeta y exigir ser dueños de vosotros mismos y de este territorio.
Nosotros, como Pleyadianos, regresamos a través del tiempo —penetramos en lo que se podría llamar nuestro pasado— en el rastro de representantes de la luz. Regresamos para compartir la frecuencia con vosotros, una frecuencia que cada uno de vosotros ha aceptado llevar en este planeta con el fin de cambiar el ADN de la raza humana. Ésta es una gran historia. Digna de titulares.
Los Planificadores Originales no están a punto de perder el territorio. ¿Pensáis que van a darse por vencidos tan fácilmente? Los Planificadores Originales empezaron a pedirle a la Familia de la Luz que viniera e infiltrara el proyecto, que se encamaran y que trajeran la luz —como información vía rayos cósmicos creativos— al sitio en que se había perdido.
La Familia de la Luz empezó su trabajo aquí, llegando a un sistema que estaba falto de luz y falto de información. Mutando las leyes de la humanidad, estos rayos cósmicos creativos empezaron a penetrar en los cuerpos de la gente, individuo por individuo, luego grupo por grupo. Estas frecuencias de información fueron traídas al planeta en pequeñas cantidades durante eones.
A veces se libraban grandes batallas para mantener a distancia a la luz, o información, que siempre buscaba expresarse. Los Planificadores Originales sabían que, hablando cósmicamente, ésta era una lección de tolerancia, de comprender a los dioses creadores que habían tomado su proyecto.
Los Planificadores Originales se dispusieron a insertar su propia versión de un plan para coincidir con una época en que la frecuencia de la Tierra sería alterada, una época en la que los propietarios perecerían si no eran capaces de cambiar su propia frecuencia. Las emociones son una fuente de alimento. Para algunos la fuente de alimento es el amor, y los Planificadores Originales se proponen transformar la frecuencia de la Tierra en amor. Las fuentes de nutrición de los actuales propietarios —miedo, ansiedad, caos, hambre, y pesimismo— deben ser eliminadas.
¿Podéis adivinar quién se encargará de eliminar estas fuentes? ¡Vosotros!, como miembros de la Familia de la Luz sois renegados. Estáis contra el sistema, dispuestos a conquistar vuestros propios miedos y demostrarle al resto del planeta que no hay razón para tener miedo de nada. Os encanta entrar y crear problemas. Vuestra rama de la Familia de la Luz es famosa. Sois famosos por entrar en sistemas de realidad y alterar la frecuencia, haciendo llegar la información. Hacer proselitismo no es vuestra tarea como miembros de la Familia de la Luz.
Simplemente, entráis en sistemas y actuáis como receptáculos; dejáis entrar los rayos cósmicos creativos en vuestros cuerpos, los cuerpos que ocupáis como humanos. Estáis disfrazados de humanos, y vosotros permitís que el proceso tenga lugar. Estáis codificados y, a medida que vuestra memoria se comience a elevar, responderéis al plan en el que vinisteis a participar con el fin de alterar las frecuencias.
Empezaréis a sostener, guardar y mantener una cierta frecuencia y luego vivirla. La identidad como frecuencia es la suma total de vuestros cuerpos físico, mental, emocional y espiritual, emitidos en forma de pulsaciones electrónicas. Mientras vivís vuestra frecuencia, afectáis a todo el mundo, dondequiera que vayáis. Eso es lo que estáis haciendo ahora. Hay muchos que ya comprenden su misión, y existen aquellos cuyos recuerdos están empezando a surgir.
El plan para cambiar la modulación de frecuencia que afecta a la especie humana incluye la reconexión de vuestros ADN y de los filamentos con codificación de luz. El plan es gigantesco en estos momentos. La Tierra está ayudando, a su manera, a la evolución del universo. Es en la Tierra donde están sucediendo cosas: es aquí donde está la acción, donde hay que estar.
Es donde el plan está empezando a florecer, y lo que suceda en la Tierra afectará a muchos mundos. Como miembros de la Familia de la Luz, aceptasteis venir a la Tierra muchas veces —bajo muchos disfraces y en distintas épocas— para aprender el oficio, para comprender al personaje y para entrenaros. Necesitabais experimentar la Tierra y prepararos para el momento en que la alteración de frecuencias empezara a ocurrir y os encarnaréis en grandes números para llevar el plan a la acción.
La Familia de la Luz de todas partes está empezando a unirse. Tenéis que concentraros en lo que tenéis en común, no en lo que os diferencia. Como miembros de la Familia de la Luz, hacéis llegar información al planeta de una manera neutral, para estimular vuestro propio crecimiento. Necesitáis hacerlo, porque vuestro propio crecimiento afecta al crecimiento del planeta.
Vuestro ADN evolucionará desde las dos hélices hacia las doce hélices. Estas doce hélices corresponden a centros de energía, o chakras, dentro y fuera de vuestros cuerpos. Hay millones de vosotros en estos momentos en misión en el planeta y habéis aceptado llevar la frecuencia para realizarlo. Montones de vosotros estáis deviniendo impecables, y estos montones están afectando a los otros.
Pronto comenzaréis a tener una gran claridad con respecto a quiénes sois y a cuál es vuestra misión.
Este proceso es un enorme salto en la evolución y tendrá lugar de una forma acelerada en los próximos veinte años. Hay quienes ya han recibido una realineación de las doce hebras de ADN, las doce hélices. Las doce hebras en espiral del ADN interactúan unas con otras dentro y fuera del cuerpo. La conexión de las doce hebras significa que los doce centros de energía o información pueden empezar a funcionar y enviarse información unos a otros.
Tradicionalmente, siete de estos centros están ubicados en el cuerpo y cinco están situados fuera del cuerpo. Se les conoce normalmente como centros de los chakras, y están alineados con el movimiento giratorio de los doce cuerpos celestiales que conocéis en vuestro sistema solar —los doce cuerpos celestiales que vibran, como los reconocéis, en 3D—. Estos doce cuerpos celestiales giran con información: giran con los sistemas de chakras que salen hacia el fin del universo y giran con el ADN que gira dentro de vuestros cuerpos.
Cuando el ADN humano empiece a reconectarse como un sistema de doce hélices y se actúe sobre esta información, habrá un poder increíble. Los individuos cambiarán la cara del universo uniéndose y formulando juntos lo que desean —convirtiéndose en un receptáculo telepático de las energías de todo el cosmos. Al proceso de reconexión de vuestro ADN lo llamamos una mutación. Una vez que vosotros, como miembros de la Familia de la Luz, seáis capaces de permitir esta mutación en vuestros cuerpos, seréis capaces de integrar vuestros doce centros de información. Empezaréis a entender que vosotros creáis vuestras experiencias y aprenderéis a ser creadores conscientes.
Más que eso, os convertiréis en recordadores conscientes de quiénes sois.
A medida que el chakra número diez, el once y el doce empiecen a abrirse, muchas energías de fuera del planeta aparecerán en vuestras vidas. Estas energías irán llegando a este planeta a medida que más y más de vosotros alberguéis las frecuencias más elevadas. El décimo chakra conecta con el sistema solar, el décimo-primero con la galaxia y el decimosegundo con un lugar en el universo. A medida que vayáis manteniendo estas frecuencias, traeréis una información al planeta que sorprenderá y escandalizará a la mayor parte del mundo.
Se producirá una fusión de identidades, una fusión de culturas, una infusión de muchos «nuevos órdenes mundiales», y habrá un gran caos y una gran confusión. Como miembros de la Familia de la Luz, podéis simplemente observar, sabiendo que el caos y la confusión han de llegar para echar abajo el sistema y para que pueda ser reconstruido con luz.
Como miembros de la Familia de la Luz podéis comprender que está teniendo lugar un proceso evolutivo y que todos aquellos que puedan manejar las cambiantes frecuencias evolucionarán sin lugar a dudas.
Es emocionante estar en la Tierra en estos momentos.
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