martes, 28 de julio de 2015

Curación Cuántica






En el nuevo paradigma la mente no está atrapada en el cerebro ni siquiera en el cuerpo, se extiende mucho más allá del alcance del Cosmos. Es infinita, sin límites.
"...El cuerpo es, en realidad, un río de inteligencia, un río de energía inteligente que se renueva constantemente. Uno podría decir que si se renueva constantemente, ¿cómo es que sigo teniendo los mismos vasos sanguíneos que parecen envejecer cada vez más?; y ¿cómo es que aún tengo artritis en mis huesos?; y si cambio mi hígado cada seis semanas ¿cómo es que aún está ahí la cirrosis?, etc. Y la razón de eso, es que en la mayoría de los casos, fabricamos el mismo patrón energético subyacente y creamos esa misma experiencia física. En la mayoría de los casos, fabricamos el mismo flujo de inteligencia para darnos esa misma experiencia.  

Los psicólogos les pueden decir que tenemos unos 60 000 pensamientos por día. Esto no debe sorprendernos, pues hay veces que creo que tenemos muchos más que esos. Pero lo que sí desconcierta un poco, es que casi un 95% de los pensamientos que uno tuvo hoy, son los mismos que uno tuvo ayer. Se siguen fabricando literalmente por hábito. Si no me creen, tomen una hoja y verifiquen cuántas cosas han cambiado este año, comparado con el año pasado. Si pueden encontrar diez o cinco cosas, es realmente un logro notable. La mayoría de la gente, dirá que perdió 10 kilos y volvió a subir 15 o que empezó a hacer ciclismo y luego lo dejó.  

O sea, que seguimos creando los mismos patrones de inteligencia a través de nuestra experiencia sensorial e interpretaciones que dan como resultado, la misma apariencia física de la materia. Pero la verdad es que no es así. Cuando observo, por ejemplo, un cáncer de pulmón en una radiografía y lo comparo con el mismo cáncer de pulmón de hace seis meses, ¿estoy observando el mismo cáncer, físicamente hablando? No, porque los carbones, nitrógenos, hidrógenos, etc. que conforman ese cáncer son nuevos con respecto a seis meses atrás.  

Si pongo un enfoque totalmente materialista, soy supersticioso, y mi lógica está encajonada en la superstición del materialismo, entonces por supuesto, encararé una guerra nuclear contra ese cáncer para tratar de eliminarlo, porque creo que es material. Lo que realmente tengo que hacer, es exorcizar el crecimiento del cáncer, lo cual significa que tengo que reestructurar el patrón energético, los patrones de inteligencia, las memorias celulares, que producen el cáncer. Eso es lo que, en última instancia, produce una verdadera curación, lo que hoy llamamos una remisión espontánea. No hay nada intrigante al respecto. En verdad, hacemos eso todos los días de nuestras vidas. 

El cuerpo humano renueva unos 500 billones de células por día. Alrededor de un 1% de éstas, son mutaciones y por lo tanto, son células cancerígenas. Todos tenemos células cancerígenas en el cuerpo por un tiempo, pero no enfermamos de cáncer, porque el cuerpo sabe como deshacerse de ellas, mediante brillantes impulsos de inteligencia que se transforman en interluking, interferón, factores de necrosis humanos, o en todas esas fabulosas drogas que se producen dentro de nuestra propia farmacia. 

Nuestro cuerpo tiene los receptores para estas drogas, no porque tenga algún contrato con Haufmann LaRoche, sino porque tenemos la capacidad de fabricar las drogas más exclusivas de las que se pueda pensar. Y estas drogas se encuentran en dosis muy precisas en el momento adecuado, en el órgano adecuado. El paquete contiene todas las instrucciones y lo único que tenemos que hacer es acceder a esa farmacia. Lo hacemos todos los días, inconscientemente. Si lo pudiéramos hacer un poco más conscientemente, entonces lo amplificaríamos; y luego tendríamos la llamada curación milagrosa. No hay nada de milagroso. Se trata solamente del milagro de ayer, pero la ciencia de hoy. 

Por lo tanto, el cuerpo está compuesto de átomos. Estos átomos son partículas que son fluctuaciones de energía, apareciendo, desapareciendo, chocando, en una danza eterna de creación. Y en verdad, nuestro cuerpo es, proporcionalmente, tan vacío como el espacio intergaláctico. Ese vacío, no es un vacío de nada, sino que es una plenitud de inteligencia no material que interactúa consigo misma y crea la apariencia física de la materia. 

Yo diría que, somos pensamientos que hemos aprendido a crear la máquina física. Esto lo comenté con Maharishi y me dijo que no era una buena forma de decirlo. Debería decir que, somos impulsos de inteligencia que hemos aprendido a crear la máquina física, porque el pensamiento es sólo uno de los impulsos de la inteligencia, tenemos sentimientos, deseos, conceptos, ideas,... todos estos son impulsos de inteligencia que fabrica la máquina..."

Extracto de "Curación Cuántica", Deepak Chopra

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