jueves, 9 de noviembre de 2017
BIDI - PARTE 7 - OCTUBRE DE 2017
BIDI
Parte 7
Octubre 2017
Eh bien, aquí estamos todos de vuelta, sigamos.
…Silencio…
Pregunta: primero infinitamente gracias por su Presencia. El otro día, usted me dijo de no retener nada, y después, mi corazón se transformó en una cascada de Amor y de Felicidad. A veces es casi insoportable. ¿Qué me aconseja para que no se cierre nunca?
No puede cerrarse, es imposible. Basta simplemente, regularmente, cuando lo pienses, más allá de vivirlo, esta vez de hacer que tu conciencia y tus pensamientos sigan lo que se vive aquí, en este Corazón. La llama, el fuego crecerá, no hay ningún límite. Puede ir efectivamente hasta tener la impresión de que va a estallar, a explotar, a consumarse, algo que parece gigantesco, no humano, pero es la Verdad.
El Fuego Ígneo, como lo llamáis, es el testigo de vuestra eternidad. Es también el testimonio de lo que se hace en el seno de la conciencia, en el seno de la vivencia, en el seno de los sentidos. Si un acontecimiento fija tu persona, en lugar de querer comprender, resolver, actuar, ponte primero ahí donde está el Fuego, todo lo demás seguirá, ya se trate de los elementos de una respuesta, si tienes que contestar algo, ya se trate de los comportamientos, pero también en cuanto al escenario que está alumbrado, que se resuelve solo. Ahí está el « dejar vivir la Vida ». No es estar pancho, es ser consciente de lo que se vive más allá de las palabras, de las posturas, más allá del escenario del teatro.
Cuando ha nacido, por supuesto que hay unas fluctuaciones que van de la Felicidad, del Amor, a la Paz, a la serenidad, a la desaparición: es el juego normal. Sea cual sea la contrariedad, sea cual sea la enfermedad, sea cual sea el desorden sobre el escenario del teatro, el espectador no se mueve.
Es este mecanismo, por así decirlo, que tenéis que ver obrar con el fin de fortalecerlo, no el mecanismo sino el Fuego. No podéis actuar con vuestra voluntad, pero en cambio podéis vivirlo llevando ante todo vuestra conciencia, vuestra atención, sobre esta percepción, y esto bastará para crear una auto-combustión, una consumación eterna de este Fuego de Amor. No hay nada mejor que hacer. Todo lo demás sigue, todas las dificultades de la vida inherente a este mundo se desvanecen.
Es por esto que no hay ninguna necesidad de pensar, respecto a un acontecimiento, a cómo reaccionar o a cómo actuar. Poned el Corazón delante, lo hemos dicho, no el corazón de la cabeza sino que el Santo de los Santos, sobre todo si tenéis la suerte de vivirlo, de sentirlo, de ver los efectos. Si mantenéis esta postura y este tipo de reacción, internamente, entonces nada puede desestabilizaros. Todo el juego de lo que llamáis la Ilusión, la matriz, es el de desviaros de esto, procurar que estéis ocupados con otra cosa, todo el tiempo, por las diversiones, por el hecho de ganarse la vida, por el hecho de encargarse de la familia, de los niños, de los padres. Pero si sois lúcidos sobre esto, sólo depende de vosotros no dejaros nunca. Y cuanto más la consumación en el Fuego Ígneo crezca, nada de vuestro personaje podrá ni oponerse ni ralentizarlo, y esto muy rápidamente.
No te preocupes de eso como en tu pregunta, sino que preocúpate de ello simplemente pensando en este Corazón, deleitándote de lo que se vive, haya lo que haya que hacer, diga lo que diga tu cuerpo o tu personaje. No hay nada más que hacer cuando es percibido y vivido. Todo lo demás se hace naturalmente también, las palabras que vais a usar, las situaciones que se resuelven con elegancia, con facilidad. Estaréis hasta sorprendidos, y de hecho muchos de vosotros ya lo viven en ciertas ocasiones. Lo habéis llamado el estado de Gracia o la acción de Gracia. Cuanto más soltáis, más esta Gracia, este Fuego, estará presente, y más actuará a través de vuestro efímero. Cambiará el desarrollo de la historia que queda. Es natural, es espontáneo. No hay nada más lógico, no hay nada más razonable, no hay nada más seguro, evidente.
…Silencio…
Habéis vivido la intervención del que fue nombrado el Impersonal, que activaba esos estados pero desde el exterior, para que lo probarais. Ahora, esto nace de vosotros mismos porque el personaje se ha apartado. Es extremadamente fácil. Si esto os parece complicado, no es natural. Dejad que lo natural se viva, se cumpla, se despliegue. Vuestra única solicitud es para mirarlo, para apreciarlo, para probarlo. Reforzará vuestra identificación con lo natural, con el Fuego Ígneo, con el cuerpo de Êtreté.
El Fuego Ígneo, lo que describes, lo que otros habían descrito, es la antecámara del Absoluto. Son las circunstancias actuales las que os permiten espontáneamente permanecer ahí donde no podíais permanecer antes, porque siempre os hemos dicho que o bien estabais presentes, o bien desaparecíais. Sin embargo hoy, sois lúcidos con lo que acontece. No hay que hacer ningún esfuerzo, esto se mantiene y se conserva solo a partir del momento en que no inyectáis ninguna historia, ninguna interrogación, ninguna suputación, y que permanecéis siendo vosotros mismos, en el personaje, naturales, verdaderos, y espontáneos.
Pero te agradezco por tu testimonio. ¿Hay más? Es importante, no para mí, ni para vosotros, sino para el “Uno para todos”, todos los que escuchan, que leen, para ver que no hay ninguna necesidad de estar en un trono, en un vestido naranja o con un sombrero en la cabeza, o en un vestido especial, o con una postura especial. Ya no necesitáis ningún decorado, ninguna muleta. La conciencia es pura, y lo será cada vez más.
Pregunta: el otro día, viví una vibración intensa en el corazón y un júbilo. Hoy es un fenómeno diferente, es una compresión intensa en la zona cardíaca, sin ningún efecto vibratorio.
Es eso lo más importante. Pasáis de la Corona, como lo habéis nombrado, de la vibración, al Silencio, pero también a la compresión. Es normal. El movimiento de la Corona ascensional, del Fuego Ígneo que está ahí, produce esta alternación de vibración, de júbilo, de éxtasis, y a veces de intasis, con una densidad, con una especie de presión que puede resultar a veces dolorosa, o bien en el centro, o bien en los puntos a los lados, es completamente lógico.
No es diferente; el sentir es diferente porque os recuerdo que todo se emite desde aquí y todo entra aquí. Es el objetivo de mis intervenciones, más allá de las palabras, que resuene en vosotros, no el de enviaros energía o Luz, lo sois, es hacer que os descubráis. Ya tuve la oportunidad de explicar el por qué la voz era tan fuerte, porque es el Verbo. Podría decir unas palabras sin sentido, que el efecto sería el mismo.
De hecho, cuando estaba encarnado, los que venían no hablaban necesariamente mi idioma. Había un traductor, es cierto, pero lo más importante no era la comprensión, era la vivencia instantánea, porque al no entender las palabras, la escucha se hacía a otro nivel. Lo que quiere decir que hoy, los que pudieran oírme y no entender nada porque no es su idioma, vivirían la misma cosa, incluso más fácilmente. Pero no puedo estar en silencio porque la acogida del silencio se traduce también por el silencio de la percepción, el Absoluto. Lo que sucede, que sea por el Fuego Ígneo, por la compresión, es mantener, asentar tu Êtreté en el seno del efímero que desaparece; la desaparición completa vendrá lo suficientemente pronto.
Pues lo que describes es una etapa, que no está ni después ni antes, es una respiración donde el movimiento es tan libre hacia el exterior como hacia el interior. Hacia el interior, recoge, es pesado, comprime; cuando es hacia el exterior, abre, hay alegría, es el éxtasis. La compresión remite al intasis. Los dos se sincronizan, es decir que progresivamente, tú u otros, constataréis que al mismo tiempo está la consumación, el júbilo, la Felicidad, la Eternidad, y al mismo tiempo hay como un vaivén que produce esta compresión, hasta el silencio total. Ni siquiera son unas etapas, es una percepción. Esta percepción se inscribe en la alquimia actual final. Uno como otro tienen los mismos efectos sobre la Paz, sobre la espontaneidad, y sobre la capacidad a permanecer en el centro de la rueda, sea cual sea la circunstancia.
…Silencio…
Y constatarás, según el tiempo que te es propio, que en un momento dado, que haya vibración, que haya compresión o que no haya nada, no cambia nada. Lo que bien evidentemente no es el caso antes de vivirlo, donde habrá siempre unas preguntas, unas interrogaciones, los pros y los contras, verdadero - falso. Pero ahí, todo es verdadero, ya que lo vives. Sólo son los dos lados de la misma moneda. De hecho cuando se habla de los latidos del corazón se habla de sístole y de diástole. Para el Corazón de Eternidad, este diamante que está aquí, es la misma cosa. Es de hecho a partir de él que, tal y como viviréis, que cambiáis de estado y de forma, de dimensión como decís, y el Absoluto también. Sentís que todo esto es Uno, pero ya no es la nada ya que no estáis en el ego. Ya no lo podéis llamar la nada, es la beatitud total, sin júbilo pero en la inmovilidad.
Lo que se instala en este estado cardíaco es para percibir, para dejar esta Luz que sois alimentar, más allá de las distancias y más allá del tiempo, la totalidad de las conciencias, sin ninguna distinción, como hace el Sol con sus rayos. Ya no decidís nada más.
De hecho algunos de vosotros han hablado de una Felicidad eterna sin siquiera sentir la Corona del corazón. Durante mis intervenciones, cuando estaba encarnado, incluso decía a los que venían a verme de dejar todas esas historias de chacras, de cuerpo, de dimensiones. Id a lo esencial, todo lo demás deriva de ahí. No pongáis ninguna capa intermediaria, ahora no. El Corazón está desnudo.
¿Otro testimonio u otra cosa que decir?
Pregunta: Las palabras escritas, ¿podrán tener tanta fuerza como sus palabras?
Sí. Fijaos hoy mis escritos que solo eran transcripciones de lo que pude decir en mi lengua original y no realizados por mí. Evidentemente tienen errores de palabras, pero el efecto es el mismo, simplemente hoy estáis en un estado diferente, donde vuestra acogida está más facilitada.
Antes, en años anteriores, vosotros comprobabais que desaparecíais a pesar de mi voz. ¿Quién ha desaparecido?, ¿quién está durmiendo hoy? Nadie. El juego de la conciencia, el juego de la Vida, os revela este misterio, este pasaje que solo es uno, aquí incluso en la Ilusión. Vosotros estáis en el Corazón del Corazón, en el santo de los santos. No hay comentarios, no hay miedo. Por supuesto, los reflejos de la persona hacen que os preguntéis cómo no se apaga eso o cómo se transforma en algo distinto. Es imposible, dejad eso. No hagáis intervenir a los conceptos sino lo perceptual, la percepción, el sentido sin poner imágenes, sin poner historias, permaneced desnudos. No hay nada que hacer, absolutamente nada más. Todo lo que queda es superfluo. Todo está ahí.
No me creáis, verificadlo, vividlo, no se requiere ningún esfuerzo. Verdaderamente, debéis ser serios, pero “serios”, no quiere decir “graves” o “pesados”; “serio” quiere decir “ser honesto”. Dejad que se produzca esa percepción, sea la que sea, en esa región de vuestro pecho. Si eso os llama a la manifestación de la Alegría, del júbilo, incluso de excitación, ¿por qué no la dejáis salir?, pero si eso os llama a la comprensión, el movimiento es inverso, aunque eso forma parte de la misma Verdad.
¿Alguien más?
…Silencio…
Pregunta: Desde hace dos noches, me despierta un torrente de fuego de Amor, un fuego ardiente de amor, pero me dejo llevar, me dejo atravesar y quería compartir esto con usted.
Todos nosotros te lo agradecemos. Sois muchos los que lo vivís en este instante o en otros momentos. No necesitáis nada más. Todo está ahí, todo lo demás, sigue.
…Silencio…
¿Quién más, antes de que acabe?
Pregunta: ¿Hay algún medio de mantener el estado en que nos encontramos cuando acogemos sus palabras?
No hay ningún medio, ninguna técnica, la conciencia está desnuda. Lleva la conciencia, sin pensamientos, sin emociones, sobre lo que percibes; es todo. No necesito estar ahí para que lo viváis.
Habéis recibido innumerables técnicas, incluida la última, por un Arcángel. Es tan simple que no necesitáis nada. Estáis tan acostumbrados a depender de algo, que no depender de nada os parece incongruente, pero os acostumbraréis a ello, no os preocupéis. Solo debéis llevar vuestra atención, vuestra conciencia, vuestros pensamientos sobre lo que se vive; no hay nada más que hacer. Y, sobre todo, no pidáis nada, no penséis en lo que habéis sentido hace una hora o el día anterior, con la esperanza de revivirlo. Llevad vuestra conciencia ahí, al santo de los santos; es todo.
…Silencio…
Y recordad que cuando sois eso, que es natural, todo el entorno y toda la Tierra lo sienten. Fue descrito cuando estaba encarnado, pero la gente no conocía la energía y, además, era inútil; hablaban de impresión, de atmósfera, de Presencia, es todo.
…Silencio…
Y no vinculéis a mí, lo que vivís porque entonces, creáis una distancia. Sois vosotros mismos los que estáis situados ahí. Yo no he enviado ni trasmitido, ninguna energía; está el Verbo, el soplo del Espíritu. El soplo del Espíritu no es una energía, aunque la sintáis. Se reconoce como Evidencia, no por la cabeza sino por el Corazón.
¿Quién quiere hablar?
Pregunta: Se diría que está soplando sobre las brasas.
Por supuesto que soplo sobre las brasas, pero yo no he encendido el fuego. Él se enciende por sí mismo y vosotros también podéis soplar sobre vuestras brasas, con vuestro pensamiento, no con el mental sino con vuestra conciencia que se vuelve hacia este lugar, aquí, en esta bolsa de carne.
…Silencio…
Así que, ¿habéis agotado las preguntas, los testimonios o las palabras?, ¿estáis satisfechos?
No hay más preguntas ni testimonios. Con toda nuestra gratitud.
Entonces, si tengo tiempo… ¿Tengo tiempo?
Sí
Entonces, haremos lo mismo en silencio. Solo tenéis una cosa aquí: el Corazón. Ningún pensamiento, ninguna voluntad, solo la Acogida.
…Silencio…
Bueno, Bidi os agradece vuestra Acogida, vuestro Amor, vuestra Presencia y haber aceptado estar desnudos en la joya.
…Silencio…
Bien, Bidi os saluda y os da las gracias también. Y os digo lo que os dije la otra vez (en el corazón) “Uno para todos y todos para Uno”.
Lo recordaréis. Voy a dejaros.
Gracias. Hasta siempre.
Hasta siempre, pero en otros lugares.
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