Yo me revelo en este día en medio de ustedes como Tara, la Madre de los Bodhisattvas, Madre de los Victoriosos; me manifiesto como Tara, corporizando el estado despierto definitivo y a atraerlos a la contemplación sobre el principio de interdependencia.
Amados, todos los fenómenos tienen un origen interdependiente, ningún fenómeno esta desconectado de los demás, así como ninguno de ustedes es independiente o autónomo de la realidad colectiva. Cuando hablo de ‘ustedes’, hablo del concepto de identidad que poseen y que llega a poseerlos. Esta identidad es también un fenómeno cuyo origen es interdependiente, así como la noción de "yo", la noción de un "yo" separado es un fenómeno, un fenómeno cuyo origen es interdependiente. Del mismo modo, todos los fenómenos lo son.
Al contemplar el principio de interdependencia, llega la sabiduría de mi corazón y despiertan completamente a la naturaleza pura de todos los fenómenos, incluyendo el de su identidad. La ley de causa y efecto sólo expresa este principio de la interdependencia y karma, en lugar de ser un enemigo es en realidad la ley sagrada que les asegura el proceso de co-creación. Si llegaran a comprender verdaderamente el principio de interdependencia, el principio del karma, entenderían que son uno, y que este principio que ustedes llaman de ley de causa y efecto, ley de karma o principio de interdependencia, representan, una y la misma cosa: la ley de la armonía universal.
La contemplación sobre el principio de la interdependencia, no sólo como mera abstracción intelectual, sino la contemplación de este principio en la naturaleza y la propia identidad, les abrirá una gran puerta, la puerta que conduce a la libertad. Contrariamente a las enseñanzas distorsionadas que han hecho que en la tierra muchos crean; el principio del karma no busca aprisionarlos. Al colaborar con las leyes de la naturaleza, aprendiendo a ver cómo se comportan, colaborando y cooperando con ellas, pueden, entonces, liberarse de las mismas, para luego trascenderlas al descubrir en ustedes mismos, algo que está más allá de este plano físico regido por sus leyes.
Sin embargo, si se vuelven contra el karma o no tienen en cuenta el principio de interdependencia en su experiencia, se verán cada vez más envueltos en los juegos de las fuerzas que han puesto en movimiento. Es necesario entender la naturaleza a partir de la causa hacia el efecto. Mientras vivan en el mundo de los efectos, son sólo títeres, marionetas, y estarán conducidos por fuerzas que les son desconocidas, incluso por fuerzas ciegas, por qué no están iluminadas por la sabiduría del corazón.
Aprendan a elevarse al plano de las causas, a partir de donde pueden alterar su realidad, lanzando en la pantalla de su proyección otros impulsos, impulsos que transformaran los efectos precedentes y que generan efectos nuevos y transformados. Aprendan con la naturaleza, mis niños. El camino sagrado es el camino de unión con la naturaleza; el camino sagrado es el del reconocimiento de la divinidad en la naturaleza – de sus leyes, la forma de cooperar con ellas – para que entonces la naturaleza viéndolos como dignos servidores y colaboradores, los reconozca entonces en sus misterios más profundos.
Yo invito a la contemplación del principio de interdependencia. No sólo como una llave para transformar su realidad cuando eleven su conciencia desde el plano de los efectos, al plano de las causas, yo los invito a contemplar el principio de interdependencia para que en su corazón se despierte la compasión pura y la verdadera motivación.
En efecto, mis niños, cuando despiertan la compasión pura, sin importar cuál sea la práctica, ella los llevará a mi templo. No importa cual sea la actividad sagrada que realicen, ella los conducirá a mí y yo me revelaré desde su corazón como la corporeidad de la sabiduría, la encarnación del estado despierto, reflejo de la mente pura y original.
Contemplen el principio de la interdependencia, porque no son islas, no son puntos separados, que afectan y son afectados continuamente por cada uno de sus hermanas y hermanos, a pesar de los reinos en los que ellos se expresen. Sepan hijos e hijas, todos los Dhyân-Chohans, todos los grandes arcángeles, como ustedes se refieren a ellos, ya fueron una vez humanos como ustedes y todos los pequeños elementales, todos los constructores semiconscientes o inconscientes de la naturaleza pasaran a través de este etapa en los siglos venideros.
No se inquieten. Pero, ajusten su paso con el paso de vida. Ajusten su paso con el ritmo universal. Reconózcanse como realmente son, porque la etapa en la que viven es fundamental y crucial, pues representa la unión en las primeras órdenes de co-creadores conscientes. Los primeros anfitriones de los Dhyân-Chohans conscientes.
Contemplen el principio de la interdependencia y a aprender los misterios de la naturaleza, como servidores, después, como colaboradores, y como co-creadores, pero siempre, como hijos amados.
Los saludo, bañándolos en mi luz pura, despertando en sus corazones la compasión pura, plena de sabiduría y de los medios hábiles para expresarlo en beneficio de todos los seres.
Unan su corazón al mío, sin importar la rostro que revele en cualquier lugar de este planeta, porque cualquiera que sea mi rostro, yo soy la corporeidad de la sabiduría, yo soy la corporeidad del estado despierto, yo soy ustedes, solo un reflejo de su naturaleza pura.
Yo los saludo, los bendigo, los amo.
Transcripción hecha por colaboradores de la ELV.
Mensaje canalizado por Selén- http://www.escolaluzviva.com.br/
Traducción: H. N.
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