lunes, 15 de agosto de 2016

MADRE DIVINA CONTEMPLEN EL FUEGO A TRAVÉS DE SELÉN OM 9 de agosto de 2016



Del fuego sagrado en el corazón de la Tierra al fuego sagrado de sus corazones, yo me revelo a ustedes como la Madre del fuego. Me revelo en ustedes como la fuerza de unión, como la fuerza motriz de la vida que aglutina y disipa las partículas en la danza continua de transformación de las formas.

Me revelo en ustedes como el calor de su sangre, como la electricidad de su cuerpo. Más allá del fuego de fricción, y de la oposición de las polaridades, más allá del choque y del embate, y del juego de las fuerzas; yo me revelo en ustedes como el fuego eléctrico y vibrante, me revelo en ustedes como la danza libre, y como el campo de la conciencia unificada en este planeta, donde femenino y masculino revelando lo sagrado de si, generan como resultado, todos los pares consecuentes de la danza, se reconozcan una vez más en su unidad, se reconozcan una vez más en su complementariedad, y como rostros del mismo atributo, como aspectos de una misma vida.

Bien amados hijas e hijos, yo soy la voz de fuego que recorre sus cuerpos, soy la voz del fuego en los hornos de la Tierra, yo soy el Espíritu ígneo de su presencia interior, animando y vivificando la forma que ocupan. Reconozcan su naturaleza ígnea, libre e incontrolable, reconozcan su esencia ígnea, donde todos los pares de opuestos se resuelven en la unidad, reconozcan su naturaleza ígnea, disipando los lazos, disipando las sombras, disipando las amarras que los atan a la ignorancia de la identificación; reconozcan su verdadera naturaleza, libre e impetuosa, jamás limitada; reconozcan su naturaleza y disipen la creencia en el sufrimiento.

Bien amados hijos e hijas, yo soy la voz de fuego que corre a través de su cuerpo, yo soy la voz del fuego en los hornos de la Tierra, soy el espíritu ardiente de su presencia interior, abrillantado, animar la forma en que usted ocupa. Reconocer su ígnea, la naturaleza libre e incontrolable, reconocer su esencia ígnea, donde todos los pares de opuestos se resuelven en la unidad, reconocer su naturaleza ardiente, disipando los bonos, disipando las sombras, disipando los lazos que los atan a la ignorancia de identificación; reconozcan su verdadera naturaleza, libre e impetuosa, no limitada; reconozcan su naturaleza y la creencia disipando el sufrimiento.

El fuego quema la forma, pero él no puede quemarse a sí mismo. Ustedes son el fuego de la vida, son el fuego de la vida que anima a todo.

¿Hasta cuándo, mis pequeños, hasta cuando insistirán en hacer el camino del auto-conocimiento a través del fuego de fricción quemando el combustible de la forma? ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo producirán fuego por fricción? ¿Hasta cuándo?

Reconozcan, mis niños, el fuego por fricción es solo una expresión de la naturaleza del fuego eléctrico, así como en los primeros días de esta humanidad veían rayos caer del cielo y producir, como resultado, el fuego de fricción; pero ese fuego, es fuego eléctrico, es el fuego del alma. Más allá de él, hay también fuego blanco; y más allá del fuego eléctrico está el espacio incondicionado e innominado del ser.

Pero ustedes, aquí y ahora, son el fuego eléctrico que es la representación del fuego blanco interactuando con la forma; ustedes son la electricidad cósmica que todo anima y pone en movimiento.

Yo los llamo más allá de las palabras, los invito más allá de las visiones intelectuales, los invito a la experiencia directa de su propia presencia interior, el espacio donde el fenómeno del cuerpo se produce y donde las coloraciones proyectadas sobre él, toman lugar.

Reconózcanse en la esencia ígnea de su corazón, el núcleo flameante de su cuerpo energético y lumínico, expandan su conciencia más allá de los límites del cuerpo y reconocerán como su presencia es el espacio mismo, en el que todos los fenómenos se suceden, en el cual todos los sentidos registran sus órganos de percepción.

Hijas e hijos, domestiquen a mi lado lo ilimitado de su naturaleza, expandan su atención y su intención; no hacia fuera, esta vez hacia dentro. Expándanse interiormente en este espacio que no tiene límites ni fronteras; expandan su atención e intención para dentro e impulsen esta expansión con el fuego de su voluntad autoconsciente.

Hagan la experiencia de su naturaleza ígnea y comprenderán por qué su naturaleza es bienaventuranza y éxtasis, ya que sufrir no es su legado. Dejen el sufrir para la fricción de las formas, donde el entonces se manifiesta como un proceso químico, orgánico y natural. Pero el sufrimiento no es para la conciencia, la fricción no es para la conciencia. Para la conciencia hay éxtasis del rencuentro. Aun cuando cada partícula se fricciona con otra, para la conciencia hay rencuentro y unión. Este es su legado.

Por la contemplación de tu sagrado corazón, por la contemplación de tu naturaleza interna, alcanzarás la trascendencia del miedo y de la muerte; alcanzarás trascender el apego, los fenómenos y la enfermedad; alcanzarás trascender el rechazo y la guerra; la trascendencia de la proyección y de la falta, así disiparás de tu experiencia la identificación con el sufrimiento.

Creerse un individuo separado es identificarse con el sufrimiento. Al reconocer la esencia y reconociendo el estado interdependiente de la apariencia; reconocerán la unidad subyacente y la interconexión de todas las formas. Ni de una forma ni de la otra son entidades separadas. De una forma como de otra, son el todo y el todo es ustedes.

Hijos e hijas, yo hablaré en sus corazones como un impulso de despertar. Yo arderé en su pecho como el deseo irreprimible de la ascensión, por la unión y la fusión mística, por el abrir de los ojos definitivamente. Oigan mi voz, comulguen de mi presencia y acepten el bálsamo que les ofrezco.


Transcripción hecha por colaboradores de la ELV.

Mensaje canalizado por Selén - http://www.escolaluzviva.com.br/

Traducción: H. N.

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