Las buenas vibraciones continúan el viernes por la mañana con un optimista trígono Luna-Júpiter para empezar el día. Cuando se produce la Luna Nueva en tauro, el Sol y la Luna están involucrados en un gran trígono de Tierra con Plutón en Capricornio y Júpiter en Virgo. Esta lunación marca el comienzo de un nuevo ciclo lunar potente, que bien puede proporcionar el ingenio creativo, determinación, y la inspiración necesarias para hacer un progreso sólido hacia nuestras metas. Sin embargo, cuando la Luna hace una conjunción a Mercurio retrógrado, se nos recuerda que tenemos que revisar nuestros planes pacientemente y comprobar nuestros recursos; estos pasos son esenciales para establecer una base sólida que puede apoyar el proceso de construcción de nuestras metas de aquí en adelante.
¿Qué necesitamos, no sólo para sobrevivir sino para prosperar?¿Qué hace que nuestra alma cante y baile?
Esta Luna Nueva nos informa de que esas respuestas se encuentran mejor escuchando a nuestro cuerpo y nuestro corazón.
Se ha dicho que el cuerpo no puede mentir. Cada dolor o enfermedad ofrece un importante mensaje de que algo está fuera de equilibrio, que tenemos que hacer algo diferente. Tal vez un dolor de garganta nos está diciendo que tenemos que hablar. Un dolor de espalda puede indicar que no nos sentimos apoyados. Los antojos de comida pueden ser un signo de desear más “dulzura” y “nutrición” en nuestra vida.
Somos seres multidimensionales; si no estamos alineados con nuestras intenciones espirituales, si tenemos una actitud mental negativa, si suprimimos nuestras emociones, nuestro cuerpo no puede menos que quedar estresado y fuera de equilibrio y falta de ecuanimidad.
El Sol, la Luna, Venus, Mercurio y el asteroide Vesta están todos en Tauro, haciendo hincapié en el imperativo cósmico de vivir de acuerdo con nuestros valores fundamentales.
Podemos hacernos las siguientes preguntas:
¿Qué es lo que realmente nos importa? ¿Qué es digno de nuestro valioso tiempo y energía? ¿Nos valoramos a nosotros mismos – nuestros talentos, nuestras pasiones, nuestros sueños?
Esta Luna Nueva, junto con Venus y Mercurio, forma un gran trígono con Júpiter a 13° Virgo y con Plutón a 17° Capricornio. Los trígonos son oportunidades para progresar con menos esfuerzo o resistencia, si sabemos lo que queremos y podemos trabajar hacia ello. Júpiter en Virgo es compatible con nuestro ser diligente y exigente, mientras que Plutón en Capricornio facilita el reconocimiento de nuestras verdaderas responsabilidades y aspiraciones.
Cada vez que un planeta se vuelve directo o retrógrado, sus energías arquetípicas se acentúan. El 9 de mayo, Júpiter se vuelve directo a los 13° 15′ de Virgo, poniendo fin a su viaje retrógrado que comenzó el 7 de enero a 23° 14’de Virgo; Júpiter, una vez más llegará a 23° 14′ de Virgo el 7 de agosto. Si hemos dado a conocer los viejos conceptos erróneos que nos retenían, estamos en condiciones de dar un gran paso hacia adelante en estos momentos. Debido a que un planeta retrógrado parece que se mueve lentamente, Júpiter sigue formando parte de una T-Cuadrada mutable con Saturno y Neptuno hasta el 20 de julio. Esta configuración nos hace conscientes de lo que hemos malinterpretado, mal entendido, a nosotros mismos y si hemos juzgado mal a los demás. Hasta que Neptuno fue descubierto en 1846, Júpiter fue también el regente de Piscis, por lo que su presencia en esta T-Cuadrada amplifica el mensaje celestial de la celebración de la “mente de principiante” y se centra en la compasión en lugar del juicio.
Como planeta focal de la T-cuadrada, Saturno en Sagitario, requiere que nos convirtamos en nuestra propia autoridad con respecto a lo que es verdadero, en lugar de seguir ciegamente a lo que hemos sido entrenados o sentir vergüenza en la creencia de que “las cosas como son.” Saturno también hace un quincuncio a esta Luna Nueva, lo que sugiere que con el fin de tener lo que realmente queremos, debemos superar la programación religiosa o cultural que mantiene la separación de la materia y el espíritu, el cuerpo y el alma, la cabeza y el corazón.
El 9 de mayo, Mercurio hace un tránsito relativamente raro a través del Sol (esto ocurre 13-14 veces por siglo), facilitando el acceso a la inteligencia divina. El último tránsito de Mercurio por delante del Sol fue en 2006; el próximo será en 2019.
Esta es la tercera de las tres Súper Lunas Nuevas alineadas, donde se intensifican las dos fuerzas gravitacionales, las solares y las lunares, en la Tierra; también el aumento de los flujos emocionales y reflujos en nuestra conciencia.
Esta Luna Nueva nos aconseja: “Por encima de todo, no te mientas a ti mismo. El hombre que se miente a sí mismo y escucha su propia mentira llega a un punto en que no puede distinguir entre la verdad dentro de él, o alrededor de él, y así pierde todo el respeto para sí y para otros. Y no teniendo respeto deja de amar.” Fedor Dostoievski
Podemos hacernos las siguientes preguntas:
¿Qué es lo que realmente nos importa? ¿Qué es digno de nuestro valioso tiempo y energía? ¿Nos valoramos a nosotros mismos – nuestros talentos, nuestras pasiones, nuestros sueños?
Esta Luna Nueva, junto con Venus y Mercurio, forma un gran trígono con Júpiter a 13° Virgo y con Plutón a 17° Capricornio. Los trígonos son oportunidades para progresar con menos esfuerzo o resistencia, si sabemos lo que queremos y podemos trabajar hacia ello. Júpiter en Virgo es compatible con nuestro ser diligente y exigente, mientras que Plutón en Capricornio facilita el reconocimiento de nuestras verdaderas responsabilidades y aspiraciones.
Cada vez que un planeta se vuelve directo o retrógrado, sus energías arquetípicas se acentúan. El 9 de mayo, Júpiter se vuelve directo a los 13° 15′ de Virgo, poniendo fin a su viaje retrógrado que comenzó el 7 de enero a 23° 14’de Virgo; Júpiter, una vez más llegará a 23° 14′ de Virgo el 7 de agosto. Si hemos dado a conocer los viejos conceptos erróneos que nos retenían, estamos en condiciones de dar un gran paso hacia adelante en estos momentos. Debido a que un planeta retrógrado parece que se mueve lentamente, Júpiter sigue formando parte de una T-Cuadrada mutable con Saturno y Neptuno hasta el 20 de julio. Esta configuración nos hace conscientes de lo que hemos malinterpretado, mal entendido, a nosotros mismos y si hemos juzgado mal a los demás. Hasta que Neptuno fue descubierto en 1846, Júpiter fue también el regente de Piscis, por lo que su presencia en esta T-Cuadrada amplifica el mensaje celestial de la celebración de la “mente de principiante” y se centra en la compasión en lugar del juicio.
Como planeta focal de la T-cuadrada, Saturno en Sagitario, requiere que nos convirtamos en nuestra propia autoridad con respecto a lo que es verdadero, en lugar de seguir ciegamente a lo que hemos sido entrenados o sentir vergüenza en la creencia de que “las cosas como son.” Saturno también hace un quincuncio a esta Luna Nueva, lo que sugiere que con el fin de tener lo que realmente queremos, debemos superar la programación religiosa o cultural que mantiene la separación de la materia y el espíritu, el cuerpo y el alma, la cabeza y el corazón.
El 9 de mayo, Mercurio hace un tránsito relativamente raro a través del Sol (esto ocurre 13-14 veces por siglo), facilitando el acceso a la inteligencia divina. El último tránsito de Mercurio por delante del Sol fue en 2006; el próximo será en 2019.
Esta es la tercera de las tres Súper Lunas Nuevas alineadas, donde se intensifican las dos fuerzas gravitacionales, las solares y las lunares, en la Tierra; también el aumento de los flujos emocionales y reflujos en nuestra conciencia.
Esta Luna Nueva nos aconseja: “Por encima de todo, no te mientas a ti mismo. El hombre que se miente a sí mismo y escucha su propia mentira llega a un punto en que no puede distinguir entre la verdad dentro de él, o alrededor de él, y así pierde todo el respeto para sí y para otros. Y no teniendo respeto deja de amar.
”Fedor Dostoievski"
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Francisco Lorenzo
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