Si queremos una vida armónica y equilibrada, hay que mirar adentro y enfrentarnos con las limitaciones que nos impiden alcanzar el balance y equilibrio para disfrutar nuestras metas de vida. Pero muchas veces nos gusta ponernos los lentes y escaparnos de las cosas con las que tenemos que bregar para hacernos mejores seres humanos, buscándonos “cosas con lidiar” como dice Mia Astral y evadirnos de nosotros mismos.
Ejemplos son muchos, aquí algunos:
Cuando nos llenamos de trabajo y estamos muy “ocupados” para atender nuestras relaciones. (aunque sabemos que requieren atención)
Cuando nos quedamos atascados en adicciones. Sabemos que fumar, beber alcohol en exceso, drogas, comer en exceso, nos daña, sin embargo “no lo podemos evitar” no ponemos la suficiente voluntad y siempre tendremos la excusa para victimizarnos y no salir adelante hacia una vida más sana, equilibrada y feliz mientras esos agentes externos afecten nuestro cuerpo.
Cuando nos buscamos varias relaciones dispersando nuestra energía y evadiéndonos de nosotros mismos. Desde allí no terminamos de aceptarnos como seres merecedores del más profundo amor, no nos entregarnos totalmente, ni terminamos de sentirnos capaces de dar y recibir libremente, además se carga con mucha culpa, porque en cierta parte sabemos que hay un issue que evadimos y la conciencia sabe que somos nosotros los del rollito que resolver, no las personas con que nos relacionamos, incluso puede pasar que nos cueste recibir amor de esas personas porque sentimos que le estamos haciendo daño.
Psicológicamente genera mucha tensión y es el caldo perfecto para no resolver problemas emocionales reprimidos.
Cuando nos empeñamos en ser los salvadores del mundo y queremos resolverle los problemas a los demás, asumiendo las cargas de las fallas de hijos, parejas, ex-parejas, familia, amigos, socios, colaboradores de trabajo…Siempre que encontramos un “defecto” o “problema” queremos tomar control y “resolverlo” porque los otros “no tienen capacidad” “no son suficientemente equilibrados” “no tienen suficiente conciencia” y nos cargamos el mundo de otros a las espaldas.
Cuando vivimos en el drama de ser víctimas de las circunstancias, de los problemas, cuando generamos situaciones conflictivas a pesar de existir la posibilidad del dialogo, encuentro y la buena comunicación con otros.
Cuando generamos en reiteradas oportunidades separaciones con amigos, familiares, compañeros de trabajo, etc.
Así muchas otras situaciones se pueden convertir en “el nudo que desatar” que nos quita atención y energía en el presente y nos impide VERNOS y enfrentar nuestras limitaciones y lo que verdaderamente necesita ser resuelto para ser verdaderamente felices y sobre todo ser nosotros mismos.
Tomar conciencia de estas circunstancias que creamos nos permite afrontar nuestras limitaciones y trabajar en ellas para liberarnos y permitirnos una vida más sana y feliz, vale la pena el esfuerzo.
Por Patricia ChalbaudTomado:http://ashamellemagsa33.blogspot.com.es/
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