viernes, 20 de marzo de 2015

Debe ser revelada la verdadera trayectoria evolutiva.



Debe ser revelada la verdadera trayectoria evolutiva de quien hoy nosotros conocemos como Mainhdra, quien se manifestó, a lo largo de su encarnación en la tierra, como María, la Madre de Jesús. Es esa vida que llevó como María, la que la preparó para la tarea que hoy realiza.

Hace 2000 años nuestro planeta se encontraba en una profunda crisis, visto desde todo punto de vista: energético, interno 
y mental. Fue así que la Jerarquía consideró que, de no suceder algo extraordinario, el proyecto corría el riesgo de perderse y la humanidad iba, indefectiblemente, a autodestruirse. Esto era porque las energías que se estaban desarrollando, no podrían sostenerse por mucho más tiempo, e iban a atraer sobre el planeta una serie de manifestaciones negativas a nivel universal, como pueden ser algún cometa, meteoro u otro tipo de catástrofe, que podría terminar con el planeta y con el proyecto. Por lo tanto, se determinó la organización de un proyecto cósmico, para poder volver a encauzar nuevamente al planeta y a la civilización. Así se dispuso la llegada del Mesías, la cual desde hace mucho tiempo fue anunciada, pero debido a la situación fue imperioso que se manifestara de manera urgente.

Desde los orígenes de la humanidad, fue sabido quién sería el Ser encargado de llevar adelante la tarea: el Adán número 11, que en el principio de la humanidad logró alcanzar el nivel evolutivo más avanzado.

Para la llegada del Mesías era necesario hallar un espíritu que tuviera una alta calidad vibratoria, de manera que pudiera acompañarlo como polaridad femenina, y así desarrollar la tarea sobre el planeta. Este plan se venía gestando desde hace mucho tiempo, probablemente desde el éxodo del pueblo judío al desierto. Esto fue una forma, de que cierto grupo de conciencias, permanecieran sin mezcla de razas durante un largo periodo, para poder lograr un pueblo con ciertas características que permitiera, desde el punto de vista genético poder heredar, de generación en generación, ciertos patrones espirituales.

Abraham poseía una capacidad de canalización altamente desarrollada. Esta capacidad de conectarse con Dios y con la Jerarquía, fue heredada a las generaciones que lo precedieron. Fue necesario organizar la forma de que ésta herencia permaneciera lo más pura posible, de modo que pudiera llegar hasta la generación en la cual sería necesario que se canalizaran las instrucciones dadas por la Jerarquía. Fue así, que el éxodo del pueblo judío, permitió crear la condición para que este don no se perdiera, y pudiera permanecer en un grupo homogéneo de conciencias.

Los padres de María, fueron seleccionados por la alta posibilidad de engendrar una consciencia que pudiera manifestar los talentos espirituales, transmitidos de generación en generación, por sus antepasados.

La consciencia que encarnó por primera vez en su vida evolutiva, como María en la Tierra, surgió directamente del estanque cósmico, a través de los Padres Creadores: Miguel y Gabriel, que recogieron una síntesis de experiencias vividas por otras criaturas y organizaron a través de dos moléculas, una de cada uno, la concepción divina de María.

María ingresa a su experiencia en el planeta sin ningún registro karmático, por eso es pura. Eso le permitió vivir una concepción diferente sobre la vida. Cuando María nace como ser humano, fue muy protegida y asistida por los mundos angélicos y arcangélicos, porque no solamente iba a concebir a quien sería el nuevo mesías, si no que debía realizar una tarea divina cósmica muy importante. Así ella se comienza a desarrollar en una formación muy intensa, desde el punto de vista religioso, que la mantuvo en contacto permanente desde que era una niña pequeña, hasta que llegó el momento en que fue necesario concebir a esa otra conciencia.

La preparación de María para poder cumplir con su parte del plan para el planeta, constó de la recepción de 13 iniciaciones. A lo largo de la historia de la humanidad, muchos han sido los seres que han recibido iniciaciones por parte de las Jerarquías, llevando adelante grandes tareas para el plan. El único merito de estos seres es haberse consagrado íntegramente al Único, y esto está disponible para todos los seres.

Una iniciación, es iniciar una acción. Una iniciación en los planos espirituales o mentales, permite a una consciencia comenzar a comprender la vida y la evolución de otra forma, permitiéndole canalizar otras energías y llevar adelante otras acciones. A un Ser que recibe de las Jerarquías un impulso, que le permite comenzar otras acciones, se lo conoce como un Iniciado, logrando alcanzar una expansión de su conciencia, para colaborar con otras conciencias y poder así evolucionar.

El Arcángel Gabriel organizó para que algunas de sus emanaciones fueran tomando contacto con María, para a través de ella, activar cada una de las iniciaciones. Fue en la última iniciación que el propio Arcángel se le presentó totalmente a María.

En la primera iniciación la Jerarquía Arcangélica descendió desde los suprauniversos con sus huestes de luz, para engendrar y organizar el proyecto cósmico, el cual estaba previsto que pudiera plasmarse en este universo material.

- ¿Cómo fue engendrado Jesús?

Sabemos que Maria no tuvo ningún intercambio íntimo con ningún hombre para poder gestar a Jesús. En la ciencia celestial, se organizaron las energías de aquellos grandes patriarcas que a lo largo de la historia lograron tomar contacto con Dios y las Jerarquías, como Abraham, Isaac, Jacob, Elías, Moisés para activar en María la gestación del Mesías. Fue algo parecido a lo que se conoce en la Tierra como una inseminación artificial. Esta tarea fue realizada en los planos astrales y manifestada en el plano físico por las Jerarquías.


Se proyectó para esa nueva mónada tres linajes: el de los profetas, el de los gobernantes y el de los contemplativos. Este impulso de energías, dado por los Padres Creadores, trajo a María su primera iniciación. Al engendrar a su hijo, ella recibió el código de luz que fue lo que se conoce como la Compactación. Esto formó en ella un centro: su Corazón de Luz, que a nivel cósmico le permite que los seres puedan unir la energía de sus corazones al de ella, al igual que al de Jesús, compartiendo esa energía de alta concentración lumínica. La primera iniciación de la Madre del Mundo, representó para el proyecto la existencia de un corazón físico y energético, capaz de soportar, experimentar e impulsar altos grados de Amor – Sabiduría. Así, ella encarnó la sabiduría sobre todas las dimensiones, los portales y los planos existentes de contacto entre la humanidad y la divinidad. La visión sensorial de la Madre le permitió, a partir de ese momento, reconocer toda la comunicación existente entre los Ángeles, Arcángeles y todas las dimensiones, sobre todo hacia el planeta, comprendiendo de esta forma, la existencia de la Fuente Única, de donde ese Amor – Sabiduría que experimentaba provenía.

El Arcángel Gabriel abrió los portales del cosmos, para que el espíritu interno de la Madre ascendiera a ellos, para que así, esta iniciación de amor, sabiduría y contacto, pudiera en tiempos futuros, ser transmitida a los discípulos, que la acompañarían después de que el Maestro ascendiera a otros estados de consciencia.

La segunda iniciación constó de activar en la conciencia de la Madre la compasión. Este impulso, la preparó para el momento en que ella debería beber el cáliz, y que este momento fuera visible y concreto. Esta iniciación le permitió engendrar en ella grandes expresiones de amor, que fueron naciendo y desarrollándose a partir del contacto con la vida pública del Cristo, y en la relación de la instrucción que ella misma desempeñó junto a sus discípulas, a las cuales instruía en ese tiempo. Este segundo impulso iniciático creó en la Madre una de sus tantas fortalezas espirituales, para que su consciencia pudiera responder de inmediato a los impulsos que los Ángeles transmitieron a su ser, durante todo el tiempo. Este grado de compasión, fue desenvolviéndose con mucha rapidez en el corazón de la Madre, y fue una herramienta muy importante que ella pudo desenvolver ampliamente cuando martirizaron a su hijo. En ese momento ella experimentó una gran compasión, que creó una condición de protección sobre muchas consciencias. Esta energía puede trascender muchos estados mentales y psíquicos, propios y de las personas del entorno, puede alinear a el espíritu en el amor permanente, sin sentirnos castigados por el entorno.

En la tercera iniciación de la Madre, se cultivó en ella la semilla de la Fe. Se activó una fe absoluta, inamovible, fuerte, sólida, que en su momento se expresó ante las situaciones mayores que Cristo tuvo que vivir. Allí María se mantuvo absolutamente fiel, a pesar de lo que estaba sucediendo en este camino. Se adecuó a estos impulsos y los retransmitió a todos los discípulos, que en una primera fase estuvieron aprendiendo ese atributo, la fe.

- ¿Cómo funciona el hecho de que una iniciación recibida por un ser, pueda ser transmitida hacia otros?

Cuando una consciencia recibe una iniciación, comienza a vivir un estado especial, que es transmitido a través de vivencias concretas hacia los demás. A través de la propia experiencia, se puede instruir a otros y a través de la emanación de códigos lumínicos de las auras, es posible transmitir a otras auras estos códigos de luz, a veces sin tener que mediar precisamente alguna interrelación.

Todas las iniciaciones que la Madre recibió, transcurrieron durante la niñez y la adolescencia de Jesús. Esto le permitió que comenzaran a transformar su situación energética y se fortaleciera, para que cuando comenzara el proceso de la vida pública de Jesús, y la suya, todas estas energías estuvieran disponibles para ser transmitidas a todos los discípulos.

Es a través de la fe, que el sendero comienza a ser trazado por la acción de nuestra voluntad. La fe total y absoluta en el Creador, es lo que comienza a impulsar a nuestra voluntad a ingresar definitivamente a la vida espiritual. Nos abre la puerta para que la Voluntad del Padre y la nuestra sean una, comenzando a vivir su Voluntad como si fuera la propia. Es en la fe que la fortaleza interior nos permite permanecer delante de lo que se conoce como los comandos mayores.

Jose Aldosha Molina

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...