EL CEREBRO COMO ANTENA

EL CEREBRO COMO ANTENA

El cerebro humano es el órgano más importante del cuerpo físico y el único que revitaliza sus células en su condición de receptor de los mensajes de la fuente mental universal. Las células conocidas como neuronas conforman la llamada masa gris que viene a ser una especie de circuito cerrado, donde el astral tiene una importancia fundamental, ya que hay tres de sus capas que intervienen en los procesos mentales. Estas células neuronales, que no se tocan entre sí ni se apoyan en nada, es decir, se encuentran literalmente “en el aire”, se revitalizan constantemente porque no tienen en su núcleo la orden de desaparecer, ya que si lo hiciesen se perdería algo tan importante como la memoria que llevan impresa. El órgano, como máquina, es perfecto, pero no ocurre lo mismo con su operador, que a medida que evoluciona aumenta el porcentaje de su uso. El cerebro humano es una antena dirigida al cosmos, pero su función no es solo esa, sino que también está estructurado para elaborar la información que recibe.

Imaginad que vuestro cerebro lleva incorporado un amplificador como los que se usan en los equipos de sonido para la música, con filtros que, teóricamente, sirven para mejorar la calidad del sonido, pues bien, en el cerebro de los seres humanos, los filtros son protectores que se colocan para adecuar la vida al mundo circundante, se podrían perfectamente llamar “convencionalismos sociales”. Pues bien, para que la información recibida sea asequible, debe ser traducida a conceptos cotidianos y, además, debe llevar una carga equilibrada. El polo positivo lo representa la glándula pineal y el negativo la pituitaria; así pues, para la configuración de ideas es necesaria la excitación de ambas, de forma que, para que una idea se concrete, es necesario generar un flujo de información entre el hemisferio derecho y el izquierdo, que tienen como reguladores a dichas glándulas.

Angel Luis Fernández

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