Las tierras sombrías por Diana Mrkich

¿Cómo se están sintiendo?

La elección en los Estados Unidos ha liberado un tsunami de emociones dentro de millones de personas: el shock, la tristeza, la pena, la alegría, el alivio, el temor, la ira, la indefensión, la liberación. Y debido a que las emociones son profundamente personales, sea cual sea el disparador externo, cada emoción está conectada a un recuerdo o creencia personal y arrastra recuerdos y creencias.

Así que piensan que están llorando por esto o están enojados por aquello pero si la emoción es intensa, entonces alrededor del 90% se relaciona con el dolor, las heridas o creencias que tienen sus raíces en el pasado, y que buscan sanar en el presente.

Esta elección ha disparado la necesidad de apurar el paso, de expresarse y de actuar con un mayor enfoque, intención y compasión. Ha abierto nuestros ojos y oídos, ampliando nuestros sentidos, haciéndonos más conscientes de lo que ya éramos, pidiéndonos que comprendamos más de lo que hacíamos.

Este tsunami se puede sentir abrumador porque no solamente sienten lo que sienten, también es posible que sientan lo que otros sienten.

Aunque ellos estén del otro lado del mundo. Aunque ellos estén del otro lado de la división política. Porque energéticamente todos estamos en esto juntos. Literalmente. Nuestros cuerpos humanos nos hacen parecer diferentes, separados y divididos cuando de hecho en la gran mayoría, somos más similares, estamos más unidos y provenimos de la misma fuente de energía, más de lo que comprendamos de forma consciente.

Y encima de eso tuvimos una super luna llena, porque es exactamente lo que necesitamos, ¡más disparadores emocionales!

Esta luna llena fue en Tauro en oposición a Escorpio y es verdaderamente esa energía Plutónica-Escorpiónica la que nos tiene buceando ahora en las profundidades de nuestro mundo interno de sombras, y dentro de las esquinas más profundas y oscuras de la sombra del país. Se siente muy feo, incómodo, difícil de enfrentar.

Pero nos enlistamos para la totalidad, nos enlistamos para la unidad. No vinimos aquí a tararear, pretendiendo que nuestra alfombra está limpia cuando hay tanto dolor subyacente. No vinimos aquí a mantener cerrada la cortina, a ignorar o a evitar aquello que no tenemos idea de cómo enfrentar.

Así, las crisis ocurren para ayudar a exponerlo todo, a que todo salga a la superficie para ser visto, sentido, conocido, reconocido, sanado y transformado. No quiere decir que hayamos tomado el camino equivocado o que exista un error en el plan cósmico.

Imaginen una cena familiar anual extendida donde todos han estado fingiendo durante años. Fingiendo que son como el tío Roger. Fingiendo que su matrimonio anda bien. Fingiendo que su vida está representada por una vajilla de lujo y grandes casas cuando están hasta sumergidos hasta el cuello en deudas. Entonces un año la tía Minny, que conoce todos los secretos y está cansada de la farsa anual decide que ya está harta. Durante el almuerzo ella comienza a liberarlo todo, todos los secretos, toda la vergüenza que todos retienen, todos los esqueletos. Y todos están molestos. Pero para sorpresa de todos esto abre las puertas a la sanación. Todos se sienten aliviados. Ellos no eran los únicos que tenían problemas, que estaban luchando o sufriendo. Ellos comienzan a hablar, a hablar realmente. No solamente a cuchichear o hablar del tiempo, sino a entablar una comunicación real, cruda, abierta, honesta, vulnerable.

Y es ahí donde estamos. La culpa y el juicio no nos llevarán a ninguna parte mientras estemos en Tierras de Sombras. Detenernos a entender “¿Por qué sentimos eso?” y “¿Por qué siento esto?” puede que nos enseñe algo.

No teman a ver la sombra, la suya o la de otros. Y permítanse ver la luz en los sitios en que no la esperaban o donde estaban convencidos que no existía.

(c) Dana Mrkich 2016

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por Dana Mrkich
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13 de Noviembre 2016

Traducción: Fara González
Difusión: El Manantial del Caduceo en la Era del Ahora
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